***1/2 Por suerte ya podemos encontrar “estilos de la casa” alrededor de las firmas más famosas, como Pixar, DreamWorks, BlueSky o Illumination. Estos últimos, europeos de origen, han logrado tomar los elementos más recurrentes del cartoon tradicional y recrearlos para el público contemporáneo de un modo especialmente colorido y musical, como lo demuestran “Mi villano favorito”, “Minions” o la bellísima “¡Sing!”. “El Grinch” es la tercera adaptación a la pantalla (las anteriores, la del maestro Chuck Jones para TV y una muy floja versión de Ron Howard con Jim Carrey) del libro del Dr. Seuss, y probablemente sea la mejor si tenemos en cuenta que el cuento no es precisamente lo mejor que escribió el clásico de la rima infantil estadounidense. De hecho, es la breve historia de un tipo malhumorado que decide robarse la Navidad y a quien el espíritu de la fiesta convierte en última instancia. Lo que hace de esta película algo superior a las anteriores es la justeza y precisión de los gags (hay que llenar noventa minutos con chistes gráficos y la mayoría funciona bien y hasta muy bien) y el diseño, incluso si este nuevo Grinch es muy (muy, pero muy) parecido al Gru de “Mi villano favorito”. Lo más difícil con este cuento es combinar la parte cómica, el sarcasmo del personaje y la ternura que debe terminar triunfando, y esta película lo logra aunque gana más por puntos que por nocaut.
(EE.UU., 2018, 90') Comedia. Dirección: Y. Cheney, P. Candeland. Voces originales: B. Cumberbatch, P. Williams y otros. ATP.
por Leonardo D’Espósito
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