Cumelén, ese pedazo de paraíso a orillas del lago Nahuel Huapi en Villa La Angostura, pudo haber sido un hotel sindical. Hace 70 años Exequiel Bustillo, su fundador, decidió lotear las hectáreas que hoy conforman el Country Club para evitar que Juan Domingo Perón las expropiara para fines recreativos. “El general” quería que en la Patagonia hubiera un turismo social. Bustillo, uno de elite e internacional: ganó la pulseada.
“Durante el peronismo los Parques Nacionales eran considerados íconos de la nacionalidad. Perón le da a la propiedad una función social. Además, se formó como militar alpino y fue un gran esquiador. Para él la montaña, los lagos, la nieve, eran muy importantes, tenían una función histórica”, explica Ignacio Cloppet, abogado e historiador que está por lanzar el libro Perón íntimo. Historias desconocidas.
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En 1950 alcanzó su objetivo y se apropió de miles de hectáreas. Pero Rafael “Cacho” Perrota, uno de los accionistas del diario El Cronista Comercial, se le adelantó. Al enterarse de que el entonces presidente quería expropiar la estancia Cumelén, convenció a Bustillo de que la vendiera. Ellos, y otros propietarios, fundaron un barrio cerrado exclusivo.
Desde entonces ese lugar privilegiado cristaliza el proyecto que tuvo Bustillo: crear un círculo clasista y para pocos. La larga lista de personalidades que vacacionan allí lo demuestra. Mauricio Macri, Máxima Zorriagueta, Pablo Roemmers, Ignacio Blaquier, Enrique Pescarmona, Eduardo Cohen y Luis Caputo son algunos de los que disfrutan de sus 230 hectáreas con campo de golf de nueve hoyos, cancha de tenis y muelle.
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Bustillo llegó por primera vez a la Patagonia en 1930, invitado por los hermanos Ortiz Basualdo. En 1931 compró la estancia Cumelén a valor fiscal. Desde esa época y hasta 1944 fue presidente de Parques Nacionales, a la vez que emprendía negocios inmobiliarios. Su mejor maniobra fue frustrar el proyecto justicialista de Perón. Gracias a él, el actual Presidente tiene “un espacio de tranquilidad para recuperar energías”.
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