En los últimos años, el cuidado del medio ambiente pasó a ser un eje central en la agenda de la mayoría de los gobiernos de todo el mundo. Pese a los esfuerzos por cambiar el paradigma que nos acompañó durante el siglo XX, el consumo personal de envases plásticos continúa siendo un importante foco de contaminación.
Mundialmente, se estima que entre 5 y 13 millones de toneladas de plástico van a parar a los océanos cada año. Estos desechos tóxicos que tardan 450 años en descomponerse son ingeridos por aves marinas, peces y otros organismos, poniendo en peligro la vida de muchas especies y generando efectos nocivos severos sobre el medio ambiente, como el cambio climático. A continuación, tips y recomendaciones para contribuir a disminuir la huella personal de carbono mediante hábitos simples y cotidianos:
Las tres R, un compromiso indispensable. La premisa de reutilizar, reducir y reciclar es más que un gran slogan. Implica educar sobre su significado desde la niñez y ponerlo en práctica todos los días. Reusar hace alusión a aprovechar las cosas y recursos disponibles en su máximo potencial, la mayor cantidad de veces posible. Reducir, en tanto, refiere a disminuir el volumen de residuos que generamos y el consumo de recursos naturales. Finalmente, reciclar consiste en separar la basura que generamos entre desechable y reutilizable y llevarla a los puntos de reciclado correspondientes, donde transforman esos insumos en otros productos de utilidad.
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Optá por bolsas reutilizables. Ir al supermercado es una actividad bastante frecuente y si cada vez que lo hacemos regresamos al hogar con varias bolsas de plástico, el consumo anual es alarmante. La alternativa es emplear bolsas ecológicas reutilizables y acordarse de llevarlas cada vez que hagamos las compras. Incorporar esta rutina a nivel masivo es una manera muy efectiva de bajar el uso de plástico desechable.
Llevá un set de cubiertos en tu cartera o mochila. Almorzar en el trabajo suele ser una fuente inagotable de plástico. Para quienes no se llevan su propia comida, las alternativas a la hora de pedir incluyen recipientes y cubiertos desechables. Una opción para reducir estos consumos es llevar siempre consigo un set de cubiertos y evitar el derroche diario de sus versiones plásticas.
Empleá botellas reutilizables. El uso de envases de plástico para bebidas supera los 45 millones de unidades por día en la Argentina. SodaStream, la marca número 1 de agua con gas en el mundo, es una alternativa ideal para combatir esta situación. Con más de 24 millones de usuarios en todo el mundo, la empresa que promueve la salud y el bienestar logró evitar el uso de 4 billones de botellas plásticas en 2017.
Mientras que las principales marcas de gaseosas y bebidas en general fabrican hasta 100 mil millones de envases desechables cada 12 meses y se prevé un aumento del consumo y producción de botellas descartables que alcanzaría los 583.300 envases al año en 2021, SodaStream no solo impulsa la ingesta de hasta un 43% más de agua, sino que es un aliado para proteger el medio ambiente. A diferencia de la gran mayoría de la industria, todos sus envases son reutilizables y una sola botella de la marca puede evitar hasta 3.000 botellas descartables que demoran más de 450 años en descomponerse en los vertederos de residuos.
“Terminar con la contaminación ambiental requiere un compromiso colectivo que involucre al Estado, las organizaciones empresariales y civiles y los ciudadanos. Desde SodaStream estamos muy felices de aportar a esta conciencia global, sabiendo que día a día sumamos nuevos usuarios que eligen una forma de consumo basada en la responsabilidad y el cuidado de nuestro hábitat”, destaca Javier Calandrelli, Country Manager de la marca en Argentina.
por R. N.
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