En un video dado a conocer hoy, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner dio a conocer los motivos de su viaje a Cuba, que se extenderá por siete días: un "delicado estado de salud" de su hija, Florencia. En el video difundido en redes sociales, la senadora no le pone nombre a la enfermedad de su hija, y en el entorno médico de Florencia aseguraron durante la mañana que la situación se había manejado con tal nivel de discreción que no contaban con el diagnóstico exacto, realizado en la misma Cuba.
Lo cierto es que la salud de la hija de la ex presidenta ha tenido altibajos en los últimos años. En agosto del 2018 fue internada en la Clínica Favaloro y estuvo acompañada por su madre y por su tía médica, Gisele Fernández. La causa: un edema crónico en los miembros inferiores. Es decir, una hinchazón por la acumulación de líquidos a nivel subcutáneo en piernas, tobillos, pies. En esa oportunidad el alta le fue dada en el mismo día.
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Florencia ya había estado en la Clínica Favaloro a fines del 2014, aunque en aquella oportunidad todo parecía más grave, porque llegó en ambulancia y quedó internada durante 24 horas. Por entonces no hubo parte médico oficial y el hermetismo fue total, aunque hubo rumores de que se habría tratado de un “problema ginecológico menor”.
En agosto, la joven había estado internada durante algunas horas en el Sanatorio Otamendi, otra vez, por un trastorno ginecológico (las sospechas por entonces es que se trató de pólipos en los ovarios) que no revestía gravedad, algo que repetía casi calcado lo que había sucedido meses antes en el Sanatorio Mater Dei.
En los últimos meses se habló de que la joven estaba sufriendo, además, de ataques de pánico.
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En todas las oportunidades el secretismo fue casi total. ¿Hay una relación entre el edema en las piernas y la descripción que hizo la ex presidenta de que Florencia está teniendo problemas para pararse y permanecer de pie? Los edemas en piernas, tobillos, pies, tiene causas muy variadas: el origen puede ser venoso, cardiovascular, renal, por inactividad corporal, por una infección, por trastornos en el hígado, por problemas a nivel sanguíneo, y la lista sigue. Los edemas que venía sufriendo Florencia estaban señalando que la joven tenía un problema en su sistema venoso. Y por otro lado, ¿podría la joven estar sufriendo una crisis de angustia extrema, teniendo en cuenta sus ataques de pánico previos?
En efecto, lo que Florencia Kirchner padece, de acuerdo con el certificado médico presentado por la ex presidenta ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 5 (TOCF5) tiene nombre y apellido: linfedema. La enfermedad aparece cuando el líquido linfático (una mezcla de agua con proteínas que es el centro del sistema inmune del organismo) no puede fluir hacia el corazón de manera normal y entonces se acumula en los tejidos. Alguno de los miembros superiores o inferiores se inflaman y aparece una hinchazón crónica.
El origen más frecuente de los linfedemas está dado por una infección o como consecuencia de un tratamiento oncológico. Aunque un trastorno venoso crónico combinado con la falta de ejercicio físico y sobre todo con el estrés (que hace contraer los vasos) pueden desencadenar un linfedema. No tiene cura y puede llegar a complicaciones graves, como una infección de la piel o de los vasos linfáticos o una forma de cáncer poco frecuente del tejido blando, el linfangiosarcoma. Sin embargo, esto es poco frecuente y tratada a tiempo es una enfermedad manejable.
Ejercicios, compresión de las piernas, masaje o drenaje linfático, terapia descongestiva integral, una alimentación con muchas frutas y verduras, practicar técnicas de relajación para manejar el estrés, forman parte del equipaje que Florencia Kirchner tendrá que llevar consigo en los próximos tiempos.
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