"Si no se restaura el equilibrio económico, Vaca Muerta seguirá siendo un sueño”, advirtió este 12 de junio en la ciudad de Neuquén el analista Ricardo Arriazu en el precoloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA). Esta formación geológica no convencional de gas y petróleo cada vez produce más, pese al sorpresivo recorte de subsidios a la producción que aplicó este año el gobierno de Mauricio Macri, mientras se reiteran las noticias de contaminación por derrames, ocho muertos por accidentes laborales en lo que va del año y una reciente disputa a tiros entre facciones de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) por controlar bolsas de trabajo.
La extracción de gas de la provincia de Neuquén comenzó a recuperarse en 2014, tras la nacionalización de YPF y la apuesta kirchnerista por Vaca Muerta mediante el acuerdo con la norteamericana Chevron, el aumento del precio del gas y la subvención de la producción. En la era Macri, el incremento se aceleró, pero con el impulso de la inversión privada mediante precios y subsidios. Este año, como parte del plan de ajuste fiscal, el Gobierno recortó las ayudas y la principal perjudicada fue la que había impulsado la producción en 2018, Tecpetrol, la petrolera de Techint. Por eso, el grupo de Paolo Rocca demandó al Estado por US$ 55 millones. Tecpetrol redujo en un año de siete a uno el uso de equipos de perforación para afrontar los agujeros financieros que le causó la disminución de subsdios, pero espera volver a poner en marcha parte de ellos para buscar petróleo.
Crecer. Pese a todo, la producción de gas neuquino continúa en alza, un 9,9% en el primer cuatrimestre de 2019. Eso lleva a que la extracción nacional también crezca, al 5,4% en el acumulado de los últimos 12 meses. Sin embargo, si se descuenta el proyecto de Techint, Fortín de Piedra, la Argentina sufre una caída del 2,3%, advierte el Instituto Argentino de la Energía General Mosconi. De ahí que existan dudas sobre el futuro de la inversión y la producción de gas. En los pasillos del hotel casino de Neuquén, donde se celebró el precoloquio de IDEA, uno de los popes de la industria petrolera en la Argentina advertía que en 2020 caería la extracción en el próximo verano, cuando el consumo cede.
(Te puede interesar: YPF redestina sus inversiones del gas al petróleo ante el “problema de demanda”)
No obstante, en IDEA, los CEO de Tecpetrol, Carlos Ormachea, y de Pan American Energy (PAE, propiedad de la británica BP, la china CNOOC y la familia Bulgheroni), Marcos Bulgheroni, y el presidente de YPF, Miguel Ángel Gutiérrez, consideraron que Vaca Muerta ya no necesita más de subsidios. Tecpetrol y PAE explican el alza de la extracción gasífera argentina de los últimos 12 meses, mientras que retroceden YPF y la francesa Total.
El incremento de producción ha abaratado el precio en dólares, lo que podría desalentar la inversión si no aparece más demanda. Los hogares, que aún están subvencionados pese al tarifazo, aún no lo perciben. Pero la industria, que abonaba el valor real, sí. El CEO de Tecpetrol calcula que el sector manufacturero ahorrará este año US$ 700 millones y el Estado, 1.000 millones, en subsidios al consumo de combustible importado. La Argentina reducirá la compra externa de gas o sus sustitutos por 3.500 millones.
(Te puede interesar: Qué es el sistema interconectado nacional, que falló y provocó el apagón)
Lo que preocupa a las petroleras es la caída de la demanda interna por la recesión. Desde el verano, cuando sobró gas por menor consumo hogareño, el Gobierno las autorizó a exportar a Chile. A principios de junio, YPF exportó por primera vez gas natural licuado (GNL, el que se envía por barco), el mismo tipo que aún la Argentina importa durante el invierno.
Los mandamases de la industria del gas coincidieron en señalar en IDEA que se requiere que la Argentina se recupere para que demande más este fluido y electricidad -que en parte se genera con él- y desarrolle más industrias que lo requieran, como las petroquímicas. Pero sobre todo esperan que se profundice la exportación. En primer lugar, quieren recuperar la confianza de Chile, al que le interrumpió el suministro el gobierno de Néstor Kirchner cuando el combustible comenzó a escasear. En segundo término, abogan por la construcción de un gasoducto entre Uruguaiana (ciudad brasileña fronteriza de Paso de los Libres, Corrientes) y Porto Alegre, y después a Sâo Paulo. También podría volverse a exportar a Uruguay. Pero empresas como PAE están obsesionadas con la exportación por barco a todo el mundo. Para ello se requieren contratos de largo plazo, que podrían colisionar con la demanda interna, e infraestructura, como gasoductos y plantas de licuefacción.
(Te puede interesar: Antes del apagón, AySA había amenazado con cortarle el agua a un centro infantil)
Transportadora de Gas del Sur (TGS, propiedad de Pampa Energía, de Marcelo Mindlin) acaba de inaugurar 65 kilómetros de un ducto que llegará a 150 y requiere una inversión de US$ 300 millones, pero disputa con su rival del Norte (TGN, de Techint y el grupo de Eduardo Eurnekian) el trazado de un caño troncal desde Vaca Muerta a los centros más poblados del país. La exportación de GNL requiere competir por costos con el mundo y en ese sentido el alto costo del financiamiento para la Argentina constituye un obstáculo. Los petroleros también mencionan la carga impositiva.
Cambio. El ajuste de subsidios y la falta de infraestructura llevó a que las petroleras comenzaran a virar este año sus inversiones en Vaca Muerta del gas al petróleo. La producción de crudo de Neuquén comenzó a recuperarse en 2014 y 2015, tras la expropiación del 51% de YPF y la apuesta kirchnerista a un precio interno del barril superior al internacional. El gobierno de Macri suprimió este incentivo, que encarecía el combustible a los automovilistas, con lo que la extracción cayó en 2016 y 2017, pero esta despegó en 2018 porque se fueron liberalizando los precios, con presiones gubernamentales de hecho para evitar saltos mayores de la inflación.
En el primer cuatrimestre de 2019, con el giro del gas al petróleo, la extracción de crudo subió el 22,9% en Neuquén. A diferencia del negocio gasífero, ya están disponibles los oleoductos suficientes para abastecer las refinerías locales y el día en que haya excedentes se podrán exportar con facilidad por barco, sin la necesidad de instalar plantas como las que licúan el gas. Tecpetrol, YPF y PAE explican el ascenso petrolero. Claro que el máximo ejecutivo de una petrolera que opera en la Argentina advierte que estas empresas invierten en el oro negro, pese a la retención del 10% a la exportación, porque es aquí donde tienen sus activos. “Pero las compañías internacionales prefieren invertir en petróleo en países donde no pagan retenciones”, alerta.
Sin embargo, en los últimos meses dos firmas extranjeras anunciaron inversiones en Vaca Muerta. La angloholandesa Shell desembolsará US$ 3.000 millones en cinco años. La estadounidense ExxonMobil, 2.000 millones en el mismo periodo. “Pero son inversiones que miran el largo plazo y que comenzarán a sentirse desde 2020”, opina un alto ejecutivo petrolero. “Hoy Vaca Muerta es una política de Estado de la Argentina, más allá de los gobiernos”, confía, pese a que en el precoloquio de IDEA la estrella fue el candidato a vicepresidente de Macri, el rionegrino Miguel Ángel Pichetto.
El dirigente peronista adherido a Cambiemos recordó que él siempre defendió al fracking, la técnica de extracción de hidrocarburos no convencionales, frente a los ecologistas que en su provincia advertían sobre el intenso uso del agua, la polución y el riesgo de sismos. Quien también defendió Vaca Muerta fue el eventual ministro de Economía de un hipotético gobierno de Alberto Fernández, Guillermo Nielsen. Prometió igualar los impuestos y las regulaciones que ofrecen las formaciones shale de Estados Unidos, país líder en la materia.
Comentarios