Una gran polémica desataron las declaraciones del candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, durante el día deayer en El Destape Web sobre su intención de "dejar de pagar los intereses de las Leliq (Letras de Liquidez, bonos del Banco Central) que está pagando la Argentina todos los días".
También dijo que su propuesta de entregar medicamentos gratis a los jubilados costaría por año lo que el Central paga de intereses durante diez días. Y algunos interpretaron que Fernández quería defaultear las Leliq, con las que, a fuerza de altas tasas, el jefe de la autoridad monetaria, Guido Sandleris, procura adormecer el dólar hasta las elecciones.
Clarín tituló que "Alberto Fernández anunció que, si gana, va a defaultear los intereses de las Leliq para financiar el aumento de jubilaciones". El Cronista analizó: "La polarización puede ser extrema, pero si apela al default es suicida".
NOTICIAS consultó entonces a Fernández por Whatsapp sobre su presunta idea de defaultear las Leliq y él lo negó: "Nunca dije eso". También lo negaron dos economistas que lo asesoran, Guillermo Nielsen y Matías Kulfas. "Totalmente equivocado Clarín", dijo Nielsen.
A su vez, en redes sociales, economistas que nada tienen que ver con el kirchnerismo criticaron al diario de los Herrera Noble y Héctor Magnetto por el titular: Eduardo Levy-Yeyati y Pablo Gerchunoff.
NOTICIAS le advirtió a Kulfas que la expresión "dejar de pagar" se prestaba a la confusión sobre una cesación de pagos, pero él contestó: "Alberto dijo 'dejar de pagar los intereses de las Leliq', no dijo que iba a dejar de pagar el capital. Por tanto, no hablaba de default porque los intereses no se defaultean. La idea es bajar las tasas de las Leliq que se renuevan cada siete días y que así haya más crédito en la economía para las pymes".
Solo los bancos pueden invertir en Leliq y para ello usan los fondos que consiguen de los plazos fijos de sus clientes. Por eso, el alza de tasas es una de las herramientas del Central para desalentar la demanda de dólares para inversión. Al calmar el mercado cambiario, aminora la inflación, pero al precio de enfriar la actividad económica. Claro que un descontrol del dólar perjudicaría aún más la economía.
Comentarios