El viernes 9 de agosto, dos días antes de las PASO, el ex jefe del Ejército durante el kirchnerismo César Milani podría ser condenado junto a otros doce imputados por las desapariciones y torturas de Pedro Olivera y su hijo, Ramón Alfredo Olivera, en 1977. De esta forma, el juicio a un militar por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura se meterá de lleno en la campaña. Y todo parece indicar que el fallo que definirán los jueces Jaime Díaz Gavier, Enrique Lilljedahl y Julián Fallucci, del Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1 de La Rioja, no favorecerá al kirchnerismo.
El 25 de julio comenzaron los alegatos de las querellas, y el 2 de agosto lo hicieron las defensas. Eugenio Biafore y Claudio Orosz, querellantes por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y de La Rioja, solicitaron 18 años de prisión para el militar. La querella de la familia Olivera pidió, por su parte, una pena de 20 años
El Equipo de Investigación pudo acceder al texto completo que fue presentado ante Gavier, Lilljedahl y Fallucci, y allí se comprueba que la campaña presidencial apareció en primer plano en los tribunales riojanos. “Parece que esto fuera un juicio donde por detrás se están juzgando las decisiones de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y si conviene o no una condena a este genocida dos días antes de las PASO”.
Ramón Alfredo Olivera declaró sobre su secuestro y luego dialogó con el Equipo de Investigación: “Dijeron varias veces que fuimos sobornados por el Grupo Clarín, y que Milani es preso político. Pueden mentir lo que quieran, pero no agredir así. Tiene una denuncia desde el año 79, y yo declaré en enero del 80 ante un juez federal, reiterando denuncias que había hecho antes”.
En 1977 Milani era subteniente del Batallón 141 de La Rioja y ahora está bajo prisión preventiva en el Regimiento de Infantería de Montaña 15 de esa capital provincial. Sostiene que es un preso político y en una de sus declaraciones ante el tribunal leyó una carta de apoyo de Hebe de Bonafini. Su defensa también dispuso de una psicóloga que, por videoconferencia, declaró a los magistrados que era imposible que la familia Olivera pudiese reconocer a Milani como parte de los allanamientos del 77, ya que en situaciones de trauma -como las que vivieron- ese reconocimiento puede fallar.
En apoyo a los Olivera, uno de los testimonios fue el de Oscar Schaller, quien también asegura que Milani estuvo presente en su secuestro. Matías Aufieri y Myriam Bregman, del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH), son sus abogados patrocinantes. Ante el Equipo de Investigación, Aufieri detalló: “Schaller reconoce a Milani como la última persona que vio cuando lo sacan del calabozo. Fue en una escala, en la que le preguntó cómo estaba, si estaba bien, si le habían hecho algo y le avisó que lo liberaban. Mostró que tenía capacidad de determinación en la estructura, más allá de ser subteniente y joven en aquella época”.
En el equipo de campaña de Alberto Fernández tomaron nota del asunto, pero no le darán relevancia, al menos discursivamente. “Nuestra estrategia es discutir los temas prioritarios para la mayoría de los electores: salarios, trabajo y pobreza. Todo lo demás es secundario”, dijo Juan Courel, asesor y armador del candidato del Frente de Todos.
*Integrante del equipo de investigación, conformado por periodistas egresados de perfil educación.
por Fermín Filloy
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