Este fin de semana arranca oficialmente la campaña para las elecciones de octubre, con el protagonismo intenso de las dos mujeres emblemáticas de la grieta. Cada una hará su juego, pero con algunos puntos en común.
Mañana sábado, Cristina Fernández dará el puntapié inicial de la campaña en Misiones, una zona de confort electoral para el Frente de Todos. Como es habitual, presentará por enésima vez su libro “Sinceramente”, en un acto multitudinario donde -por pedido expreso de Cristina- solo habrá lugar para banderas argentinas, en lugar de consignas partidarias.
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El mensaje único que la candidata a vice privilegia es presentarse no como la piedra de la discordia sino como la garante de la unidad plural del peronismo y del antimacrismo en general. La letra chica del relato proselitista se la deja a Alberto Fernández, su presidente designado. Más que nunca, esta etapa histórica de Cristina es la de la militancia semiótica. Puro símbolo.
Al día siguiente, el domingo, será el turno de María Eugenia Vidal, que cumple 46 años. Sus simpatizantes quieren festejarlo con una marcha que intenta replicar la de los simpatizantes PRO al Obelisco y la Casa Rosada, que tuvo efectos vigorizantes tanto para el Presidente como para el entorno más convencido de seguir dando pelea en las urnas. Este domingo, los vecinos son convocados por el hashtag #8sJuntosConVidal que marcó en Twitter la cita en la plaza principal de Morón, a unas cuadras de la casa de Vidal. Parece que el macrismo se entusiasma con la idea de ganar la calle en masa, al estilo peronista, para tratar de dar vuelta el resultado de las PASO, como arenga el otro hashtag PRO: #LaDamosVuelta.
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En el gobierno bonaerense, evaluarán en tiempo real si repiten la escena del balcón de Macri y le piden a la gobernadora que salga a saludar a su hinchada, o si no conviene. Por las dudas, Vidal ordenó que ningún funcionario ni cuenta oficial o partidario replique la convocatoria en las redes. Un gesto anticampaña comparable al de Cristina. Tan diferentes pero tan parecidas.
*Editor ejecutivo de NOTICIAS.
por Silvio Santamarina*
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