Unidas por el arte y la vida, Liliana Porter y Ana Tiscornia viven cerca de Nueva York. Exhiben simultáneamente en Buenos Aires obras repletas de paradojas y humor, de apuntes críticos sobre lo real y lo aparente. No es una muestra realizada a cuatro manos, como la del último verano en Punta del Este: son dos exposiciones individuales que comparten sensibilidades y entrecruzan ciertos climas, estragos y reparaciones.
Así, en “Obra reciente” Ana Tiscornia (Montevideo 1951) se ocupa de derrumbes y restauraciones. Collages y pinturas parecen haber atravesado un huracán, brotan dislocadas y crean “una poética de la vulnerabilidad” (Güemes 2967 PB).
Creada por Liliana Porter (Buenos Aires, 1941) para el Malba, la instalación “El hombre con el hacha y otras situaciones breves” teatraliza problemáticas micro historias. Las figuras y adornos de obras anteriores se suben a tarimas y escenifican reflexiones acerca “de la representación, del concepto del tiempo”.
El diminuto hombre con un hacha del título aparece mirando la destrucción que dejó. ¿Mira hacia atrás porque se dispone a revertir el desastre? ¿Cómo desató la colosal catástrofe este hombrecillo de apenas cinco centímetros? Otras figuras intervienen despedazando, reconstruyendo, como la mujercita que recoge restos de polvo rojo; obras sobre papel completan la notable muestra (Figueroa Alcorta 3415).
por Victoria Verlichak
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