Mientras la tercera ola de Covid-19 se va retirando de la Argentina, varios grupos de investigadores locales aceleran el trabajo en sus laboratorios buscando concluir cuatro nuevas opciones preventivas. A tal punto están encaminados estos desarrollos que, hace un par de semanas Daniel Filmus, ministro de ciencia, afirmó: "antes de fin de año Argentina podrá contar con su propia vacuna".
Aunque las fechas pueden extenderse un poco -algo usual en investigaciones farmacéuticas- lo cierto es que en este momento en Argentina hay media docena de proyectos vacunales anti-Covid, impulsados por expertos de primer nivel, investigadores del Conicet y/o docentes de universidades prestigiosas como la de Buenos Aires, Córdoba, La Plata y San Martín, entre otros. En cuatro de estos el estado nacional está involucrado a punto tal que, hasta ahora, les asignó subsidios por $247 millones. Y tiene previsto desembolsos futuros de similar magnitud para seguir aceitando la carrera hacia una vacuna desarrollada y fabricada en Argentina.
¿Cuál es la idea que impulsa esta inversión cuando ya no parece haber necesidades imperiosas y el flujo de proveedores de Inglaterra, EE.UU., China y Rusia parece haberse normalizado sin faltantes ni demoras en la entrega?
"Durante 2021 se desplegó una triple estrategia: comprar las que estuvieran disponibles en el mercado internacional; avanzar en la tecnología para fraccionar o producir componentes de vacunas desarrolladas en Oxford y en el Instituto Gamaleya y -la etapa actual- donde apostamos a vacunas diseñadas acá, con vínculos a la fabricación local bajo normas de calidad y también con su debida aprobación regulatoria", le detalló a NOTICIAS Fernando Peirano, presidente de la Agencia de Promoción de la Investigación. Y abundó: "la idea es no depender de proveedores externos. Además, si logramos esta capacidad científica e industrial en diferentes plataformas biotecnológicas, podremos abastecernos pero también sumar capacidad exportadora". Esta propuesta la contextualiza el doctor Guillermo Docena, uno de los coordinadores de las iniciativas argentinas: "hay más de 200 países en el mundo, pero sólo 10 producen vacunas".
Otra protagonista de esta movida, Laura Toledo, directora del Fonarsec, organismo que depende de la Agencia y que evaluó las propuestas que luego recibirían los subsidios, explicó: "tener producción local nos asegura ahorrar divisas de importación". Y las cifras en juego no son menores ya que fuentes de la industria calculan que Argentina lleva invertidos unos US$ 1000 millones en compra e importación de vacunas.
"La idea es dejar de depender de proveedores externos y además lograr la capacidad de exportar vacunas"
Por otra parte, tener capacidad local también facilita ajustes contra eventuales nuevas cepas regionales que puedan evolucionar a partir del SARS-CoV-2. "Eso facilitará también ofertarlas en el mercado internacional", explicó Toledo a NOTICIAS. Finalmente otro beneficio será aprovechar este know-how para fabricar otras vacunas del calendario. Según Peirano, dominar estas plataformas permitirá con el tiempo una mejor respuesta a la hora de prevenir otras patologías: desde influenza a dengue, Zika o fiebre amarilla, por ejemplo.
Las vacunas apoyadas desde el estado son cuatro.
* Arvac – Cecilia Grierson. Ideada por el grupo liderado por la doctora Juliana Cassataro en la Universidad de San Martín, en asociación público-privada con el laboratorio Cassara. Este proyecto se basa en el uso de proteínas recombinantes, tecnología que ya se utiliza en la inmunización contra Hepatitis B y VPH. Por sus características de seguridad podría ser aplicada en bebés y chicos, embarazadas y personas inmunosuprimidas. Las vacunas de esta plataforma son muy estables y poco dependientes de la cadena de frío, lo que facilitará su producción y distribución y las hace relativamente económicas. Según fuentes de la UNSAM su proyecto está ya muy avanzado y a solamente un puñado de semanas de obtener la autorización de Anmat que les habilitará iniciar las cruciales pruebas de Fase I con ensayos en personas.
* Argenvac. Bajo la batuta del investigador Guillermo Docena reúne expertos de la Universidad de La Plata, Conicet, UBA, INTI y el laboratorio Sinergium, entre otros. La tecnología elegida es de subunidades proteicas: "usamos un "pedacito" de proteínas del SARS-CoV-2 al que encapsulamos en una estructura nanotecnológica. Esa nanopartícula facilita el ingreso a las células y -además- posee acciones adyuvantes", explicó Docena. "O sea que logra activar fuertemente el sistema inmune". El desarrollo está pensado para su aplicación en formato intranasal (vacuna mucosal) a partir de un spray. Si resulta, eso implicará que no será necesario concurrir a un vacunatorio para recibirla y sus requerimientos de conservación serán sencillos. Por otra parte, al interactuar con el sistema inmune en las mucosas los expertos esperan que genere una "inmunidad esterilizante", es decir resistir al virus a su ingreso al huesped lo que favorecería la protección al contagio.
* CoroVaxG.3 - Instituto Leloir. Bajo la batuta del reconocido investigador Osvaldo Podhajcer, en conjunto con el laboratorio Vaxinz. Este experto le explicó a NOTICIAS que "nuestro desarrollo está basado en una plataforma de adenovirus no replicativo, lo que lo hace inocuo. Tiene similitudes con las vacunas de AstraZeneca, CanSino y Gamaleya y también algunas diferencias. Optamos por desarrollar un vector adenoviral híbrido y ya demostramos en laboratorio que es muy potente a la hora de generar inmunidad contra las variantes del coronavirus". Además, esperan generar una protección adecuada tras una única dosis. También este grupo tiene avanzadas las negociaciones con Anmat para iniciar una fase de pruebas del tipo I/IIa. Eso implica hacer ensayos y seguimientos, en esta fase, a más de 150 personas. Y -según sus cálculos- esperan tener resultados positivos con su candidato vacunal antes de fin de año. Del trabajo también participan expertos de mAbxcience y Sinergium Biotech, que serán los responsables de la formulación farmacéutica final y la futura producción industrial. A futuro también tienen pensado avanzar con una versión inhalable que actuará en las mucosas y protegerá de forma aún más efectiva contra el contagio y también con una versión "pancorona" que proteja contra futuras cepas.
*Proteína "S" trimérica – UNLP. Con la dirección de dos investigadoras de la UNLP, Daniela Hozbor y Daniela Bottero, este proyecto suma un consorcio de instituciones públicas que trabaja desarrollando una plataforma de subunidades bautizada: proteína S trimérica. Su proyecto está en fase preclínica avanzada con ensayos en animales de laboratorio. Según Hozbor, "la plataforma que elegimos recurre a la proteína Spike entera trimérica glicosilada de distintas variantes del SARS-CoV-2 expresadas en células de mamífero, más un adyuvante (potenciador) ya aprobado por Anmat”. Ambas esperan que su candidato vacunal genere una respuesta humoral robusta (los famosos anticuerpos neutralizantes) pero también una respuesta celular significativa, algo importante para proteger a largo plazo. Su vacuna requiere de dos dosis y prevén que tendrá un bajo costo de producción y que será muy estable. Esto evita la necesidad de un sistema de conservación complejo y facilita el almacenamiento y la distribución.
En definitiva, alguno -o varios- de estos proyectos puede permitir que, ya desde el 2023, Argentina sea soberana en materia de vacunas contra el Covid, lo que, según todos los expertos, asegura una mejor y más veloz respuesta contra los futuros asaltos virales.
Futuro / Tecnología ARNm
Hace varios meses la OMS prometió facilitar la transferencia de tecnología de las flamantes vacunas de ARNm (Pfizer y Moderna) para que fueran fabricadas en otros países. Si bien el foco de esa iniciativa avanzó primero con científicos de Africa, expertos locales revelaron que ya fueron indagados sobre la factibilidad de participar en las transferencias de estas biotecnologías. Por su parte, el gobierno también salió a apoyar la idea: "estamos viendo cómo impulsar iniciativas que tengan que ver con el desarrollo de la nueva plataforma de ARNm porque promete una gran cantidad de aplicaciones médicas. No solo en Covid, sino para VIH, dengue, cáncer, etc.", le adelantó Peirano a NOTICIAS.
Por su parte la ministra Carla Vizzotti, se reunió con el director de la OMS y remarcó que la biofarmacéutica argentina Sinergium Biotech fue seleccionada por la OMS como centro para desarrollo y producción de vacunas de ARN mensajero contra Covid-19 para la región. Vizzotti adelantó que para la transferencia la OMS y Corea del Sur establecerán un centro global de capacitación para países de ingresos bajos y medios que deseen producir vacunas, anticuerpos monoclonales y bioterapéuticas recombinantes.
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