TRES ESTRELLAS
El título refiere a la sede de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Lo aclaramos porque los que pasamos por ahí solemos sorprendernos de que la inmensa mayoría de la gente no sabe a qué se refiere uno cuando habla de “Puán”. Es lo de menos: esta comedia plantea la competencia entre dos tipos por una cátedra.
Uno es el profesor gris naturalmente heredero del puesto; el otro llega de afuera y es canchero, popular y entrador. El esquema podría servir para cualquier universo de competencia entre personalidades opuestas que -sabemos- no lo son tanto. Pero aquí se vuelca en ese mundo burocrático y un poco hipócrita de la facultad.
Lo mejor del film es el trabajo de los intérpretes (especialmente Subiotto, un actor que tiene el tono justo para lograr el equilibrio entre lo serio y lo ridículo, y lo ridículo por serio) y que en general el timing funciona. Pero hay algo, digamos, “viejo”, del costumbrismo pesimista de cierto cine argentino pasado.
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