Wednesday 4 de December, 2024

COSTUMBRES | 25-02-2023 07:51

Como viajar a la Antártida en modo turista

El continente blanco ya no es solo un destino limitado a científicos, militares o expedicionarios. Cómo llegar.

Si bien la Antártida se caracteriza por su inaccesibilidad geográfica, no se requiere pertenecer únicamente a algún grupo gubernamental, de científicos, militares o expedicionarios para desarrollar la travesía. Según estadísticas, casi 45.000 personas de todo el mundo visitan la Antártida en calidad de turistas, desde 2017 y la cifra va en ascenso.

Dadas sus coordenadas geográficas y sus cualidades climáticas, la Antártida es accesible durante los meses de octubre a marzo.  A tan solo mil kilómetros de distancia, Ushuaia es el puerto más cercano para visitar el continente blanco. Algunas compañías ofrecen itinerarios que parten directamente desde allí, y otras que lo hacen desde otros puertos, como Puerto Madryn en Chubut o Punta Arenas en Chile.

 

Viajes a la AntártidaComo en cualquier tipo de viaje marítimo, existen diferentes compañías que prestan distintos tipos de servicios. En Argentina, las empresas turísticas de crucero ofrecen variados precios, dependiendo del servicio que se piensa elegir. Algunas, como Anttarply Expeditions con su barco de expedición MV Ushuaia, tienen un número limitado de pasajeros y se caracterizan por ofrecer un servicio simple en cuanto a comidas y confort. La ventaja es que los costos son más económicos del estándar, pero las opciones recreativas a bordo son más limitadas.

Otras, como Quark Expeditions tienen embarcaciones más grandes y se asemejan más a la idea que uno tiene de crucero. Son compañías que tienen algunos buques con capacidad de 190 pasajeros. Los desembarcos deben hacerse en dos turnos, debido a que por regulaciones internacionales no puede haber más de 100 personas en tierra. Pero la calidad de servicio y las actividades a bordo son superiores.

Viajes a la Antártida

En temporada alta, algunos itinerarios y agregan más visitas al recorrido, incluyendo Malvinas o las Islas Georgias. Si bien hay empresas que operan desde Sudáfrica, Nueva Zelanda o Australia, las frecuencias son menores y la distancia aumenta los días de viaje y el presupuesto. Por eso, lo mejor es viajar desde América del Sur.

La recomendación en este tipo de viajes es que se trate de un operador avalado por IAATO. La Asociación Internacional de Operadores Turísticos de la Antártida es la organización internacional que regula a los operadores especializados en la región austral. La Antártida es un destino exclusivo, que se requiere una logística muy precisa, por lo cual los precios parten en 6.000 dolares por persona, en la mayoría de los casos en base doble.

Viajes a la Antártida

En Buenos Aires, WayFinders Adventures se especializa en viajes al continente blanco. La agencia ofrece tanto pasajes regulares como de último momento y sus dueños son especialistas en viajes a los polos. Si bien es posible viajar a la Antártida en familia, no se recomienda llevar a menores de 12 años a bordo por las cualidades del trayecto en barco. Tampoco se debe gestionar algún visado especial, aunque sí es necesario contar con un permiso, es la misma compañía naviera se encarga de la gestión.

Viajes a la Antártida

“Aunque la mayoría de las compañías proveen botas de nieve, es importante viajar con la ropa adecuada. Lo esencial: vestirse en capas: medias, camisetas y pantalones térmicos para empezar a vestirse. Luego: pantalones de nieve, gorros, bufandas, campera impermeable (mientras mayor sea el rango de impermeabilidad, mejor), parka con capucha (mejor si cubre la cintura, para los momentos en que haya que estar sentados en los zódiacs), guantes (yo viajé con dos pares, unos mitones y unas manoplas, que me quitaba para poder hacer fotos)”, afirmó la Blogger Lau Lazzarino, creadora de los viajes de nena y licenciada en Turismo y agregó: “Los llamados zodiacs transporta a los viajeros a tierra firme. Generalmente, se visitan colonias de pingüinos, bases científicas, o sitios de relevancia histórica, como ruinas de estaciones balleneras. Obviamente, no hay baños ni ningún otro tipo de instalación. Son paseos cortos, donde se permiten tomar fotos, caminar por los alrededores y disfrutar el paisaje”.

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Gustavo Winkler

Gustavo Winkler

Redactor.

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