Joaquín Fargas es un artista comprometido con la protección del medio ambiente. Su “Proyecto Biósfera” se ha expuesto en importante museos del mundo y combina, como todos sus trabajos, la ciencia, la tecnología y el arte.
Ahora, presenta “Proyecto Utopía. ¿Es la Antártida un modelo a seguir?”, una original propuesta que surge de dos visitas de trabajo al continente blanco.
El martes 30 fue la inauguración de la muestra a través de Instagram Live, que ya puede verse en el sitio de la Dirección Cultural de la Cámara de Diputados de la Nación.
Mirá los videos acá:
Y el jueves 2 de julio se realizará un encuentro por Zoom, donde el artista mostrará, desde su casa taller, su forma de trabajo y desarrollará conceptos acerca del significado de su obra. (Link para acceder al encuentro: https://us02web.zoom.us/j/87629653424).
La muestra está integrada por videos y fotos. El objetivo de este trabajo es lanzar la utopía de la preservación de los glaciares y la vida en una de las zonas más vírgenes del planeta.
“El COVID-19 ha puesto al mundo en pausa. Indefectiblemente nos ha llevado a reflexionar; surgen muchas preguntas: ¿podremos transformar esta crisis en una oportunidad?, ¿podremos modelar un mundo post-pandemia más solidario y trascendental, que incluya a las generaciones futuras? -explica Fargas- En diciembre de 2019 se cumplieron 60 años del tratado antártico, dos generaciones donde una región del planeta se administró sin sobresaltos, prevaleció el bien común por encima de los reclamos de soberanía e intereses económicos. El tratado antártico representa la primera vez en la historia de la humanidad en que las naciones del mundo se ponen de acuerdo en cómo administrar un continente. También es la primera vez en la historia en que la sociedad global tiene una problemática común a todos que nos obliga a reaccionar conjuntamente. Tal vez el modelo antártico y el coronavirus sean un punto inicial para imaginar un mundo habitable, más equitativo, un mundo con futuro”.
Por su parte, la curadora de la muestra, Andrea Tettamanti, explica así la aparición de esos robots y máquinas que veremos circular sobre el suelo de la Antártida, en favor de la naturaleza, en las fotos y videos de Fargas. "Glaciator avanza por el escarpado terreno de la Antártida. Es el producto de la imaginación de un artista que plantea una desafiante performance: ligero, reluciente, el vehículo constituye una metáfora de cómo la tecnología podría preservar la naturaleza, si el mundo fuera sensible a ella. Pero hay más: pequeñas flores metálicas, que aletean entre las rocas ante la mirada de los pingüinos, al borde del mar helado; barriletes y mosquitos con paneles solares, temblando de cara a la ventisca. Y molinos impulsados por el viento, atravesados por él, plantados en la nieve deslumbrando e interrogando al observador. Y evocando la utopía. El artista es un Quijote en el hielo. Entra al paisaje, lo descubre, lo interviene, convive con su pureza remota. Joaquín Fargas, el explorador, elabora un proyecto situado, que reúne arte y ciencia al servicio de una consigna: respetar la naturaleza”.
Bello y conmovedor, el trabajo de Fargas combina muy bien con las necesidades de estos tiempos: un mirada sobre la naturaleza más pura, que habla al mismo tiempo de las mejores intenciones de los hombres.
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