Wednesday 19 de February, 2025

CULTURA | 02-02-2025 07:19

Visita a la ciudad intergaláctica de Gyula Kosice en el Planetario

La urbe futura que imaginó el artista se vuelve real gracias a la inteligencia artificial. Cuándo y como verla.

Una experiencia fuera de lo común espera al espectador en el cielo semicircular del Planetario de Buenos Aires. Se trata de la proyección de “Travesía intergaláctica: La Ciudad Hidroespacial de Gyula Kosice”, una película inspirada en la obra escultórica y poética de uno de los más importantes artistas argentinos.

Kosice, que nació en Checoslovaquia en 1924 pero vivió desde los 4 años en nuestro país (donde murió en 2016), fue pintor, escultor y poeta. Uno de sus principales proyectos, “La Ciudad Hidroespacial”, imagina un posible hábitat para la humanidad en el aire, a salvo de los peligros de la tierra. Su propuesta fue un plan a largo plazo, que desarrolló a través de los años en obras diversas y en textos de poesía y reflexión. La muestra de Malba de 2024 que celebraba el centenario de su nacimiento fue el puntapie inicial de esta “Travesía intergaláctica”, que puede verse hasta el 27 de abril en el Planetario.

Tal como la describen quienes trabajaron en ella (la Fundación Kosice, Malba, el Planetario y la productora UxArt) la pieza incluye grabaciones en 360°, reconstrucciones 3D, registros históricos y segmentos audiovisuales realizados con inteligencia artificial. Una inmensión en el territorio celestial del artista, donde es posible imaginar por dentro los espacios de su ciudad futura, volando en el infinito.

 

El artista

“Hubo una primera lluvia/ me llevé las pisadas del hombre al espacio” escribe Kosice en 1940, demostrando que el cielo estuvo presente desde el primer momento en su obra, que se inició en la poesía.

El dibujo, la pintura y la escultura fueron, sin embargo, el terreno principal de desarrollo de su trabajo. Entre los hitos de su vida profesional se cuenta la creación del Movimiento de Arte Madí, una agrupación vanguardista de artistas rioplatenses que proponía liberar la creatividad de cualquier sujeción externa. El Movimiento fue un espacio de reflexión teórica sobre el arte, una práctica que Kosice mantuvo a lo largo de su vida y sus escritos.

En el terreno de la producción, fue pionero en la creación de obras articuladas, con participación del público y en la utilización de materiales como el gas neón y más tarde, el agua, el plástico y la luz. Sus destacadas obras cinéticas forman parte, en la actualidad, de importantes colecciones en el mundo como la del Centro Pompidou y el Museum of Fine Arts de Houston.

La idea de la “ciudad hidroespacial”, tal vez, el capítulo más importante de su obra, aparece por primera vez en la década del '40. La película que exhibe el Planetario, justamente, describe en detalle los diversos aspectos de este apasionante proyecto de Kosice.

“El germen de 'La Ciudad Hidroespacial' está ya en un texto que publicó en la revista Arturo en 1944, en donde dice la frase: 'El hombre no ha de terminar en la Tierra'. Esto fue 25 años antes de la llegada de la humanidad a la Luna. Él ya empezaba a pensar qué tipo de proyección de vivienda iba a tener el hombre. En la década del '50 comienza a sistematizar esta idea. Y durante la década del '60 produce maquetas, es decir, inicia una propuesta concreta de este modelo de ciudad futura”, explica a NOTICIAS Max Pérez Fallik, su nieto, miembro de la Fundación Kosice y coordinador del departamento de Educación de Malba.

En 1971, Kosice dedica por fin una exposición entera a “La Ciudad Hidroespacial” que pasa a ser su trabajo más reconocido, aunque nunca se dedicó exclusivamente a él. “Fue un artista súper prolífico. Pero la ciudad intergaláctica fue la obra a la que más se dedicó, porque además de maquetas hizo fotomontajes, esculturas con luces, dibujos, muchos escritos y muchas exposiciones”, señala Pérez Fallik.

La preocupación creciente en esa época por la superpoblación estuvo detrás de las reflexiones y desarrollos de Kosice. “Así llega a la conclusión de que el cielo, a la altura que vuelan los aviones, o más bajo incluso, 1000 o 1500 metros sobre el nivel del mar, es un espacio enorme, mucho más grande que la superficie de la Tierra y prácticamente deshabitado. Entonces diseña esta ciudad que volaría de manera permanente. Se trataba de vivir, ser y estar en el aire. Y la llama 'La Ciudad Hidroespacial', porque la fuente de energía iba a ser el agua. En un primer momento planea la ciudad dentro de la estratósfera, pero en textos posteriores ya la piensa fuera de la atmósfera”, describe Pérez Fallik.

En el “Manifiesto de la Ciudad Hidroespacial”, de 1971, Kosice detalla la filosofía detrás del proyecto, pero ya en los años '40 adelantaba algunas características de la arquitectura que imaginaba. “Una arquitectura móvil, desplazable, transparente, en contacto con su ambiente, que no tendría obras de arte. El arte se disolvería en la vivienda. Es decir, viviríamos 'en' arte y no 'con' arte. Esto lo desarrolla en una variedad textos a lo largo de casi 70 años. Cuando en la Fundacón empezamos a procesar sus escritos despues de su muerte, encontramos textos inéditos y también bocetos y diagramas de algo que llamó 'Centro de Investigaciones de la Ciudad Hidroespacial' donde se ve que realmente quería que fuera un proyecto real y no solamente una obra de arte”.

Con el tiempo, la preocupación por el medio ambiente se sumó a las razones de Kosice para seguir perfeccionando su plan de vida en el espacio. Con gran acierto, la “Travesía intergaláctica” del Planetario imagina a la “ciudad hidroespacial” creciendo al compás del nuevo interés por poblar otros planetas del universo. Marte o la Luna son el objetivo de los desarrolladores de hoy, una ilusión que seguramente hubiese alimentado la imaginación de Gyula Kosice.

Ver la obra del artista proyectada en el domo del Planetario permite comprender, en toda su magnitud, los alcances de un proyecto que aunó ciencia, tecnología y arte para darle forma concreta a la más antigua de las utopías humanas: la vida misma en la vastedad del universo.

 

Horarios

Sábados y domingos  19 h

Miércoles 13 y 17 h 

Precio: $ 3.000 residentes  / $ 6.000 no residentes / Miércoles GRATIS con reserva previa 

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Adriana Lorusso

Adriana Lorusso

Editora de Cultura y columnista de Radio Perfil.

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