Luego de los brindis y antes de que comience nuevamente la vorágine de espectáculos a la que nos tiene acostumbrados Buenos Aires, cabe la reflexión sobre lo ocurrido en nuestra ciudad durante 2019 en lo que se refiere al arte del movimiento.
Siendo el principal teatro de la Argentina, corresponde comenzar por la temporada del Ballet Estable del Teatro Colón. Transcurrió sin pena ni gloria, navegando entre los clásicos repetidos hasta el cansancio (“El corsario”, “Don Quijote”, “El lago de los cisnes”, “La Sylphide”), un neoclásico que no pudo ocultar su vetustez (“La cenicienta”, de Ben Stevenson), y un programa mixto discreto. La visita de artistas extranjeros fue un punto a favor: Dorothée Gilbert (Ópera de París), Marcelo Gomes, Isaac Hernández (English National Ballet) y el argentino radicado en Nueva York Herman Cornejo (American Ballet Theatre) brillaron en el escenario del primer coliseo. Dentro de los primeros bailarines locales, destacamos a los asentados Juan Pablo Ledo y Federico Fernández y el importante progreso de Macarena Giménez. Sobre las fiestas, la compañía (junto al Coro y Orquesta Estables) visibilizó una situación conflictiva de larga data: hacemos votos para que durante 2020 sus reclamos sean escuchados.
Pero lo mejor, sin duda, pasó por fuera del Colón. En un primerísimo lugar, recordamos la inolvidable visita del Ballet Nacional de España, formidable compañía dirigida por Antonio Najarro que trajo su salero y embrujo al escenario del Teatro Coliseo en junio.
La celebración de los diez años de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea, dirigida por la talentosa Margarita Fernández, tuvo su corolario en septiembre, con el estreno de “Vernáculos” de Lisi Estaras. Más aniversarios primaverales: los veinticinco de la compañía de Brenda Angiel, materializados en Punto Mov, un mundo onírico surgido de la mezcla de lo virtual y la danza aérea. Y otra celebración: la quinta temporada de Buenos Aires Ballet, emprendimiento privado liderado por el incansable primer bailarín Federico Fernández.
Para destacar: el vuelo internacional de Danzar por la paz, una cita con las mejores compañías y bailarines nacionales e internacionales, convocados por Leonardo Reale, levantando las banderas de la no violencia, a beneficio de UNICEF. En 2019 se homenajeó a la gran estrella y maestra Olga Ferri, exposición de sus trajes incluida.
Y volviendo al ámbito estatal, el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín tuvo una magnífica temporada, con dos notorios picos: el tríptico “El porvenir” (Cuentos coreográficos), con coreografía de Eleonora Comelli y Gabriel Contreras; y “Macbeth”, poderosa creación de Alejandro Cervera, llena de teatralidad y misterio.
El lado oscuro: yendo al ámbito de la provincia de Buenos Aires, la total inactividad, suspensión de funciones y falta de perspectivas esperanzadoras para el Ballet del Teatro Argentino de La Plata sumergió a esta septuagenaria compañía en un cono de sombra en lo que respecta a su futuro. Actualmente sin director –luego de la renuncia de Víctor Filimonov–, los interrogantes se ciernen sobre el elenco.
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