★★★★ La última gran película de Polanski, que vuelve sobre cierta paranoia elegante que ha pasado a ser en gran medida uno de sus temas, pero con una elegancia mayor que en películas como la reciente “La venus de las pieles”. Aquí hay un periodista (McGregor) contratado para escribir la biografía de un político (Brosnan) que tiene cosas que esconder. El clima enrarecido, de peligro, va creciendo a medida que transcurre la película y eso crea suspenso. Pero al mismo tiempo debemos recordar que Polanski es un gran humorista, alguien capaz de subrayar el costado ridículo de, incluso, la peor de las tragedias. Y eso es lo que se desencadena en el final de la película, donde todo es una especie de pesadilla aderezada por el absurdo. El final un poco desolador también es pura ironía, una carcajada desesperada. Polanski es un grande desparejo; esta es de esas películas que nos hacen olvidar lo segundo.
por Leonardo D’Espósito
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