CUATRO ESTRELLAS
En realidad, las cuatro estrellas son por la efectivada tremenda de la dupla Benhioff-Weiss para narrar una historia complicada (no “compleja”) sobre una invasión extraterrestre, en la que se combinan una cantidad enorme de tópicos actuales de la ciencia ficción (desde la realidad virtual hasta la relación ciencia-política, sin dejar de lado la cuestión ecológica).
El dúo viene de hacer Game of Thrones y la capacidad para el suspenso de episodio a episodio se nota. Conocen el oficio.
Más allá de que la exitosísima (para este redactor, inexplicablemente) novela del chino Liu Cixin es un ladrillo con no poco tufillo de propaganda del actual régimen de su país (un poco demasiado) y que copia los peores vicios nacionalistas del (mal) arte popular estadounidense, la serie destila lo más interesante y logra construir una narración coherente, con personajes muy interesantes y, sí, el tufillo políticamente correcto que, a esta altura, aprendimos a tolerar (y no darle demasiada importancia). Sus mejores momentos tienen la fuerza necesaria para perdonar los vicios.
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