****1/2 No somos originales para nada: el cine de acción de Corea del Sur es extraordinario y “La villana” es uno de los mejores ejemplos de tal aseveración en los últimos años. Hay una niña que es criada por una sociedad secreta para ser una perfecta asesina. Capturada, el Estado le ofrece cambiar de bando por diez años y luego recuperar su libertad. Lo que sigue es en principio una cadena de grandes secuencias. Pero es también una reflexión doble. Por un lado, respecto de la propia identidad: quién es uno, cómo uno es alguien. Por otro, sobre el ejercicio del poder y cómo se manifiesta a través de la violencia. La protagonista Kim Ok-bin se expresa con absolutamente todo el cuerpo, y hay momentos que dejan sin respiración (la pelea de motos y autos con katanas a alta velocidad y a contramano, por poner un ejemplo). Gran film y gran melodrama.
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