*** Hay películas que provocan cierta desazón incluso si resultan entretenidas. Este es el caso: el especialista en cine de acción industrial Megaton tiene en sus manos una buena historia: un proyecto de control mental del gobierno está a punto de acabar con el crimen, y tres ladrones planean el robo final antes de que este sistema se ponga en marcha. Pues bien: ahí hay un tema, el del control de la población. Y otro: el del crimen como enfrentamiento contra el sistema. Son interesantes, enjundiosos y hay elementos para desarrollarlos e integrarlos a la trama general con peso. Pero a nuestro director le interesan las secuencias de acción, los peligros que son trucos de guión sacados de la galera, la adustez fingida de los personajes. Así, el ruido y el movimiento entretienen, pero el asunto se va olvidando con el paso de los minutos. Una pena porque la película tenía un potencial enorme.
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