Thursday 9 de May, 2024

ECONOMíA | 23-10-2023 12:05

Los mercados, a balotaje

La corrección de las expecativas creadas marcó el inicio del escenario económico que corre hasta la segunda vuelta con el anuncio de otro tipo de cambio, el "dólar balotaje" para incentivar liquidación de exportaciones.

La novedad de la política dirimiendo quién gobernará al país a partir del 10 de diciembre no logró agregar la dosis de tranquilidad necesaria que otro resultado más “previsible” hubiera amainado la tormenta que se desató en el escenario económico a partir de las PASO de agosto. Recordemos que la devaluación puesta en horas más tarde de cerrado los comicios pasados disparó un raid de remarcaciones y ajustes en tarifas que corría a la par del dólar en todos sus formatos. La lección de agosto es que como no fue la primera vez no será la última en la que se reacomodan abruptamente los precios de referencia en la economía y hay que ponerse a resguardo.

Esa y no otra fue la fuerza que impulsó a tanta gente a vaciar estanterías, invadir shoppings y colapsar páginas de compra online para poder guarecerse del diluvio que, estiman, sucederá más pronto que tarde.

Las proyecciones apuntan a un hecho inapelable: la velocidad con la que la Casa de la Moneda produce billetes nuevos para abastecer la demanda de los efectos de las iniciativas, creativas y audaces, que el ministro de Economía-candidato produjo sin descanso en este tiempo. Pero como, por más gimnasia que exista entre los agentes económicos, el desborde monetario tarda un tiempo en volcarse a los precios, la mirada está puesta en la cotización de los dólares libres-financieros que es la más sensible y la que cataliza más rápido las expectativas. Por eso todos mirarán qué pasará con el dólar oficial clavado en $350 por la promesa formulada luego de la última devaluación. ¿Aguantará en ese valor por cuatro semanas más?  Y de ser así, ¿podrá funcionar la economía con cierta normalidad mientras crujen el resto de las variables?

Si el primer desafío de Sergio Massa es extender lo que había quedado del Plan Llegar hasta el balotaje, los primeros indicios de que podría lograrlo están en la cotización del dólar e indirectamente en lo que ocurra en el mercado de bonos dolarizados. La primera señal se dio en el mercado externo, cuando los bonos soberanos bajaron casi hasta 10% en el arranque y a continuación, el dólar blue, que había estado virtualmente cancelado en las dos últimas jornadas de la semana pasada, actualizó su valor ($1050 con una gran brecha entre comprador y vendedor)  y sigiuó su recorrido hasta $1.100. Al mismo tiempo, también bajaba de los precios de incendio la cotización del contado con liquidación (CCL) a $995 para luego ir descendiento hasta $945. Es muy temprano, todavía, para proyectar estos números como definitivos pero lo cierto que marcarán la agenda económica en estas cuatro semanas. La magnitud del resultado en sí mismo sorprendió y por eso no sería ilógico una corrección de las expectativas sobre la realidad.

Inaugurando las cuatro semanas de campaña, Sergio Massa-ministro de Economía ya desdobló temporalmente el mercado de cambios: por 30 días más, los exportadores podrán liquidar el 30% del total por el CCL, con lo que sin una devluación teórica, llevarían el dólar "balotaje" a $520, bastante parecido al "dólar Melconian" que el fallido candidato a ministro de Economía de Bullrlich proponía para el día siguiente de las PASO. Casi como un primer fichaje del candidato que tomó la pole position para no largarla. En definitiva, para detener el drenaje de reservas del Banco Central intentado acelerar las liquidaciones de exportaciones pendientes.

El próximo índice inflacionario, de este turbulento octubre, se conocería antes de la votación (el lunes 13 de noviembre, si es que la fecha del balotaje quedara firme). Un último intento por contener y acordar precios, racionar la oferta para disimular la escasez (como con los combustibles) o continuar estirando plazos de liquidación de importaciones requerirá de mucha concentración de esfuerzos oficiales para que no se descalabren los precarios equilibrios alcanzados. Pero las dudas, además, se volcarán en las expectativas sobre la velocidad con que la expansión monetaria de este año electoral terminará impulsando, todavía más, los precios internos. También quedarán para el largo plazo (luego del 20 de noviembre) cuestiones como el próximo pago al FMI o la actualización del tipo de cambio oficial. Un búmeran que los vericuetos del año electoral podrían terminar depositando en la lista de tareas para hacer del propio candidato oficialista.

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Tristán Rodríguez Loredo

Tristán Rodríguez Loredo

Editor de Economía.

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