Con el advenimiento de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC’s), la demanda por transparencia sobre los procesos productivos y la gestión de empresas y negocios, puso en el centro de atención los estándares y normas que estos últimos utilizan en su ejercicio cotidiano. En efecto, no sería incorrecto afirmar que el perfil del consumidor actual ha virado hacia uno enfocado en la sustentabilidad y calidad del producto y los procedimientos a los cuales la empresa se atiene en su actividad.
Es muy probable que esta tendencia se potencie aún más en el contexto actual signado por la pandemia del Covid-19, teniendo en cuenta el alto coeficiente de contagio que el virus detenta y los estrictos controles que deberán ser aplicados para evitar que el mismo se esparza. Para ello será importante, sobre todo para las pequeñas empresas y negocios, la estricta aplicación de normas y estándares en sus diversas actividades económicas, tanto de bienes como de servicios, a los fines de poder satisfacer los requerimientos que los consumidores actuales demandarán.
En este sentido, la International Organization for Standardization (ISO) es el cuerpo internacional no gubernamental más importante al respecto, teniendo como misión sistematizar y establecer los distintos estándares que las empresas deben cumplir a los fines de ofrecer productos y servicios de calidad y que no atenten, a su vez contra el medioambiente. En el caso de Argentina, es el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) el responsable ante la ISO, y el que codifica y audita el cumplimiento de aquellas para las distintas empresas que ejercen su actividad económica en el territorio nacional.
En ese marco, cabe mencionar al respecto, una pequeña serie de normas que los distintos negocios deberán tener en cuenta a la hora de llevar adelante su actividad en el contexto actual y, sobre todo, en los meses venideros. En primera instancia, la norma ISO 9001, referida a los Sistemas de Gestión de Calidad (SGC), la cual se fundamenta en el concepto de mejora continua, basado en la planificación, la verificación y la acción. De acuerdo con el IRAM, la implementación de esta norma permitirá el aumento de la satisfacción del cliente, el acceso competitivo a mercados de exportación, como así a la optimización de costos mediante la identificación de actividades que agregan valor y la mejora de la imagen corporativa.
Por otro lado, teniendo en cuenta la importancia que detentaba previo a la pandemia, el cuidado del medio ambiente será otro de los puntos focales que las empresas deberán atender. Mediante la norma ISO 14001 sobre Sistemas de Gestión Ambiental (SGA), se busca integrar al medioambiente dentro de la gestión global de la empresa, permitiendo así identificar riesgos derivados de la actividad productiva, coadyuvando a la readecuación y nuevos diseños de procesos, a la correcta gestión de residuos y a la eficiente gestión de los recursos.
Además de ellas, las cuales son solamente un pequeño fundamento para un mejor posicionamiento en el mercado actual, la ISO codifica una gran serie de otras normas que serán necesarias tener en cuenta en el ejercicio diario de la actividad y gestión económica a partir de ahora. Por ello, y más en el contexto recesivo que presenta actualmente la economía argentina, es importante que las empresas y pequeños negocios puedan contar con el asesoramiento e información profesional adecuadas, a los fines de que retomen sus ventas y alcancen un mejor posicionamiento en el mercado local.
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