Monday 16 de September, 2024

EMPRESAS Y PROTAGONISTAS | 03-08-2023 08:12

“Hablar sana”

Terapia a martillazos.

Hay silencios incómodos, silencios necesarios y silencios atronadores.
Silencios con gusto a verdad, silencios que mienten, silencios que duelen y silencios que cobijan.
Silencios que maltratan, que anulan, y que esconden historias. Silencios que entierran vivencias, en un intento desesperado de hacer la del avestruz.
A este silencio me voy a referir hoy. Al que esconde la bronca, la angustia, la vergüenza, el dolor, el miedo; y que, con el tiempo, se graba en el cuerpo. El silencio que se hace síntoma.
Están los que en la búsqueda de no recordar lo sucedido, callan por elección. Si no hablo, no recuerdo. Si no recuerdo, no existió.
Y están los que no lo eligen, y callan igual. Porque no saben cómo, ni que, ni a quien, ni cuando decir las cosas. La mente se nubla, no se encuentran las palabras, y el vacio aflora.
La cuestión es que, o por elección, o por imposibilidad, lo que hay es silencio. Y ese silencio, duele.
La ausencia de sonido desencadena un ruido que aturde en nuestro interior. Y es ahí, en ese momento, cuando ese silencio tiene que empezar a hablar. Eso guardado, tiene que salir.
Porque hablar nos vincula. Nos dice que no estamos solos ni somos los únicos que guardamos mutismos en el sótano.
Porque hablar nos conecta con el pasado, el presente y el futuro. Con ese pasado terrorífico, que nos pone cara a cara con la mierda en el presente, para que a partir de ahí, podamos ver qué hacer con eso en el futuro.
Y finalmente, porque hablar nos permite desahogarnos. Nos descomprime y nos descarga.
En terapia pasa eso.
En terapia, el silencio encuentra el deseo de hablar. Se ponen palabras como en ningún otro lugar. Y es ahí, en ese acto heroico de poner palabras donde siempre hubo silencios, alivia… y sana.

Facundo Olivares – Escritor

Datos de contacto:

IG: @terapiaamartillazos

Cel: 1149168671

Foto: @pablospot

por CEDOC

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