Pilar Fernández: Bendito Barro expresión artística - Brand

Pilar, ¿cómo fueron los inicios de tu emprendimiento?

Empecé desde muy chica, a los 11 años, después de ser diagnosticada con Epilepsia porque sentí la necesidad de expresar y descargar todo lo que estaba pasando a través del arte.

La cerámica me permitió aprender a desconectar la mente y conectar con el cuerpo. En 2011 fundé Bendito Barro, un taller de cerámica gres dedicado a la enseñanza, producción de vajilla y asesoría creativa y de diseño.

En la actualidad, elijo trabajar mayormente en formatos de gran escala, esculturas y murales, que son los que más disfruto, también asisto a otros colegas en la producción de obra cerámica y aún sigo dando clases.

Tuve la posibilidad de trabajar con Desiree de Ridder en la construcción de hornos de barro y producción de obra; también, colaboré con la artista Nina Surel en la elaboración de un mural de cerámica en bajo relieve de 25 pies de largo; y a su vez, trabajé junto a Gabriel Chaile en la construcción de obra y restauración de otras obras anteriores.

¿Qué características tienen tus obras?

Con mi arte, celebro la conexión entre humanos y entorno, destacando la esencia de trabajar con el cuerpo y valorando el proceso cerámico como acto de paciencia y creatividad. Mi obra refleja la importancia de usar materiales locales y sustentables, recordando la ciclicidad de la vida y la conexión entre creación y sostenibilidad. Veo el arte como expresión genuina que va más allá de lo visual, comunicando emociones de manera única.

¿Cuál es tu proyección profesional?

Quiero que la cerámica recupere su posición en el ámbito público, revitalizando su importancia. Busco concientizar sobre el proceso cerámico, revelando tiempos y destrezas para una apreciación más profunda.

En cuanto al cuidado ambiental, mi sueño incluye destacar los beneficios del proceso cerámico, transmitiendo cómo trabajar con materiales locales y sustentables nutre la creatividad y tiene impactos positivos en el medio ambiente. Visualizo un futuro donde la cerámica sea respetuosa con la naturaleza, inspirando a la comunidad a considerarla como un medio artístico consciente que contribuye al bienestar global, en línea con la economía circular y principios éticos.