Thursday 9 de May, 2024

EMPRESAS | 28-07-2023 16:04

Inteligencia arificial: De la amenaza a la alianza

La experiencia nacional e internacional la utilización de la inteligencia artificial en el derecho, es muy diversa pero más que un enemigo puede ser una herramienta muy valiosa.

Mucho se está hablando, asumiendo la actualidad del tema y la profusión de novedades que se difunden, no siempre en lenguaje asequible para el lego informático, de la incidencia y utilidad del uso de la Inteligencia Artificial (IA), en el mundo jurídico. 

Los colegas amantes de lo novedoso escriben ingeniosos artículos y sueltos en los que ponen de manifiesto las bondades de esta herramienta informática. Los colegas más tradicionales, que no suelen escribir sobre estos temas, por considerarlos de poco vuelo jurídico, en toda conversación que se mantiene con ellos, ponen de manifiesto que la IA no es un recurso que pueda utilizarse en el mundo jurídico.

La experiencia nacional e internacional de quienes en el mundo del Derecho han utilizado IA en sus tareas cotidianas, es muy diversa. Hay quienes, tanto en el país como en el exterior, han redactado escritos judiciales utilizando solamente IA.

Conozco de estudiantes de la carrera de Abogacía, que prepararon y presentaron trabajos prácticos solicitados por sus profesores, utilizando IA, sin adicionar ningún aporte personal; y un abogado que dejó a la IA que redactara en su totalidad un contrato de derecho privado.

En el caso de los escritos judiciales, se genera un gran riesgo para quien firma los mismos como de su autoría: la IA aún (no sabemos qué sucederá en el futuro) comete errores. Y como agravante, dado que es un sistema / plataforma, que va aprendiendo en la medida que se lo utiliza, el ChatGPT “aprende” a hacer citas y luego, inventa jurisprudencia, citando partes, objetos del litigio, antecedentes y resoluciones, a simple vista verosímiles, pero de falsedad total.

En el caso del alumno que presentó el trabajo práctico al profesor y del colega que entregó el borrador de contrato a su cliente, ambos elaborados por IA, sin haberlo revisado ni puesto su aporte personal y su conocimiento jurídico, los errores de ambos documentos eran visibles, para quien practica el Arte de la Abogacía y la disciplina de la Docencia Universitaria.

La pregunta que surge a esta altura es ¿realmente es incompatible el ChatGPT / La IA con el mundo del Derecho? Mi respuesta personal es no. No solo no son incompatibles, sino que la IA puede ser utilizada como una herramienta muy eficiente. Pero no es un instrumento confiable en un cien por ciento.

Y es aquí donde surge la dicotomía entre el Derecho y la Abogacía. La IA no puede generar Derecho, ni tiene la capacidad de dar respuestas taxativamente certeras sobre esta Ciencia. Si puede compilar antecedentes, con una rapidez que ningún ser humano, y ningún abogado, puede igualar. Pero esos antecedentes deberán luego ser analizados por un Abogado, experimentado en el Arte de la Abogacía.

Formo parte del Estudio que fundamos con un gran amigo, prestigioso Profesional y reconocido académico hace 29 años (www.nfla.com.ar). El equipo, que se ha consolidado en el tiempo, genera en la práctica diaria de la Abogacía, tanto en el Área Contenciosa, cuanto, en el Área de Asesoramiento Corporativo, un valor añadido, dado por la cultura del Estudio, que supera los aportes de la IA.

Pero la IA utilizada como herramienta primera de acercamiento a un tema, agiliza el trabajo, a veces rutinario, y casi siempre sin valor intelectual, de reunir antecedentes y datos. Éstos deberán luego ser analizados, tamizados, y justipreciados, por los abogados integrantes del Equipo.

En mi opinión, la IA avanza y debemos aprender cómo utilizarla. Pero es imposible que reemplace el tino, la prudencia, la astucia, el rigor en el análisis y la experiencia de un Abogado con años de ejercicio profesional.

Marcelo Loprete es Doctor en Derecho, consultor de empresas y socio del estudio Navarro Floria, Loprete y Asociados.

por Marcelo Loprete

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