Sunday 19 de May, 2024

EMPRESAS | 06-05-2024 08:27

Orb: el ojo del ojo

La oferta tentadora para escanera el iris humano desnuda la falta de controles eficaces dónde sí es necesario.

 

Llama la atención y me genera una gran sorpresa, el encontrar en algunos diarios de tirada masiva de Buenos Aires anuncios de la entidad denominada “WORLDCOIN” (https://worldcoin.org/). En concreto, leí la invitación que hace Worldcoin, para registrarse individualmente y generar una “prueba de humanidad” de las personas que deciden acceder al escaneo por su artefacto de identificación, llamado “ORB”, sin más. En la página de la ONG en su versión para Argentina, incluso se ha realizado un video explicativo focalizado en nuestro país.

Y explico ahora el porqué de mi sorpresa, ante esta aparición y el silencio general de los controladores estatales y de las asociaciones de protección de derechos del consumidor y de derechos personales.

Woldcoin funciona como una “ONG” mundial, cuya misión declarada en “dar humanidad a la red”, e identificar a los humanos que actuamos en ella, para diferenciarnos de la Inteligencia Artificial (AI). Parte de dos supuestos básicos, ciertos: a) cada ser humano es único e irrepetible; y b) con inteligencia artificial, hoy es posible simular estar operando una computadora, e interactuar, sin ser una persona humana, e incluso “robando” la identidad de una persona.

Lo que propone Worldcoin es hacer un escaneo gratuito, para quien lo practica, del iris de cada ser humano que se preste a este proceso, utilizando el artefacto creado por la ONG, “Orb”.

Orb es una esfera de metal plateado, con una ventana plana delante, frente a la cual hay que exponer la cara, para proceder al escaneo del iris de los ojos. Al finalizar este proceso se genera un código de identificación único e irrepetible, que pertenece a la persona cuyo ojo fue escaneado.

Este proceso, voluntario, se viene llevando adelante en el mundo desde hace más de dos años, y en diciembre de 2023 se habían registrado ya, 2,8 millones de personas. Poco en relación con el total de la población mundial; pero una cifra que tiende a crecer exponencialmente por las técnicas de captura de datos.

En Europa se instalaron Orb en los centros comerciales, y se ofrecían recompensas pecuniarias por permitir que Orb escanee el ojo (en España, a fines del año pasado, en los centros comerciales se ofrecía “dinero gratis”, que se concretaba en la entrega de 30 Token de los emitidos por Worldcoin redimibles por euros, por el escaneo). En Indonesia, incluso, se llegaron a ofrecer recompensas materiales como IPods por dejar que Orb realice el registro del iris de cada persona.

Pero, … en la misma España donde llegaron a relevar datos unas 400.000 personas, ante una denuncia particular realizada a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), ésta prohibió que desde el 7 de marzo y por tres meses, Worldcoin llevase adelante su tarea y se la obligó a mantener bloqueada toda información obtenida hasta ese momento.

En Kenia ya se había prohibido la actividad. En Francia, Alemania y Reino Unido se está investigando su actividad. Y en los Estados Unidos de Norteamérica ni siquiera se permitió el establecimiento de este tipo de empresas.

Los creadores de Worldcoin son nada menos que Sam Altman (consejero delegado de OpenAI) y su Socio Alex Blania (CEO de Tools for Humanity). Pero parecería ser demasiado casual que, unas de las máximas autoridades y responsable de la creación de la AI, con la cual se puede actuar en la red sustituyendo identidades, genere luego la solución para que esas identidades personales no sean usurpadas, por máquinas o por terceros.

El proceso de obtención de las imágenes de los iris es voluntario. Se hace firmar a quien se hará un escaneo del iris, un contrato (en España es de más de 10 carillas a espacio 1 y ½, tipografía 11). Pero la presentación de incentivos dinerarios, en lugares de acceso masivo, generó suspicacias en los reguladores españoles, acerca de la libre voluntariedad de las decisiones de quienes resolvieron acceder a que se les escaneasen sus ojos.

Siempre he bregado por la libertad, tanto personal como de empresa. La libertad es un derecho irrenunciable para mí. Y la libertad de contratar es uno de los pilares del mundo libre y desarrollado, y de la cultura occidental. Pero la libertad en una sociedad libre debe ejercerse con responsabilidad y dentro de los límites legales.

Por ello, y dado que Argentina parece estar comenzando un nuevo y esperemos que sólido camino hacia el respeto a la libertad y los derechos fundamentales del ser humano, entre los que se encuentran la privacidad y la propiedad, me alerto ante la falta de alguna declaración privada o acción de organismo público, que advierta, instruya y clarifique sobre el accionar de Worldcoin, que ya ha sido cuestionado, y hasta prohibido en otros lugares del mundo.

No tengo certezas del accionar de esta ONG; pero he conocido por información disponible en las redes, los resquemores y prohibiciones que se generaron en otros países por sus actividades.

He dicho en reiteradas oportunidades que las regulaciones sin fundamento, las autorizaciones para lograr el acceso a un mercado, las intervenciones y las sanciones a los emprendedores son contrarias a mis convicciones. Pero no aprender de las experiencias del exterior, y permitir que tal vez se caiga en los mismos errores que otros países ya corrigieron, es una falla muy grave.

Por ello creo que alguna entidad privada, o el Estado a través de los órganos competentes, deberían lanzar una campaña de esclarecimiento acerca del accionar de Worldcoin. Y si no se cuenta con la información necesaria, dados los derechos personales y colectivos involucrados, deberían requerir esa información y actuar en consecuencia.

*Marcelo Loprete es abogado (UBA) y Dr. en Derecho (Universidad de Navarra).

por Marcelo Loprete

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