La mirada habitualmente se posa sobre el mercado automotor para el segmento de la movilidad, pero una mirada al azar en cualquier calle de una ciudad argentina mostrará la dinámica incesante de motos. La situación no es caprichosa y se va repitiendo sin distinguir entre países desarrollados y pobres. En los primeros, el colapso del tráfico urbano volcó las soluciones de movilidad hacia vehículos eléctricos e híbridos más pequeños, pero también hacia las motos. En los sitios menos desarrollados, las carencias del transporte público también encontraron en las motos una solución económica, más accesible y con mayor posibilidad de financiamiento.
El rebote. En Argentina, el crecimiento interanual y mensual, sumado al fuerte dominio de la producción nacional y la clara preferencia por las motos de baja cilindrada y de uso urbano, presenta un escenario de vitalidad y proyección para la industria. Según información de la Cámara de Fabricantes de Motovehículos (CAFAM) en octubre de 2025 se patentaron 63.446 unidades contra 46.765 del mismo mes de 2024 (+35, 7% interanual). Asimismo, también experimentó un crecimiento del 6,55% respecto al mes anterior, en el que se habían patentado 59.543 unidades. Así, en los diez primeros meses del año se alcanzaron 541.498 unidades patentadas (+38,7% interanual), contra 390.480 de 2024. Del total, 97% corresponde a motos fabricadas en Argentina, mientras que las motos importadas representaron el 3% restante. En cuanto a las preferencias de los usuarios, el análisis por cilindrada muestra que el segmento de baja cilindrada sigue siendo el motor del mercado: las motos de entre 101cc y 250cc representaron 88,3% de las ventas.
Respecto a las categorías, las CUB (también conocidas como Underbone) lideraron cómodamente el ranking con 36.217 unidades patentadas, consolidándose como la opción preferida para la movilidad urbana. En un segundo y tercer lugar muy disputado se ubicaron las categorías ON/OFF (11.737 unidades) y Street (11.705 unidades), demostrando su popularidad y versatilidad. Los Scooters, por su parte, registraron 2.431 patentamientos.
Las razones. A juicio de Federico Vacas, presidente CAFAM, si bien es cierto que venimos de períodos de contracción, los indicadores actuales muestran una fortaleza que va más allá de un simple rebote. “La clave está en la consolidación de los pilares de la mejora en el acceso al crédito y la baja de tasas de interés. La previsibilidad económica y la disponibilidad de herramientas financieras accesibles son cruciales” subraya.
Si bien las motos de baja cilindrada lideraron las ventas históricamente, el crecimiento de las motos de media cilindrada es una señal clara de la evolución de las preferencias del consumidor. La versatilidad de la moto como medio de transporte, herramienta de trabajo y vehículo de ocio es un valor que debemos seguir potenciando. Para Vacas, la demanda es multifactorial, pero el elemento principal es la versatilidad. “La moto se consolidó como una solución de movilidad urbana inigualable: es ágil, económica en su consumo de combustible y mantenimiento y requiere una inversión inicial significativamente menor que otros vehículos”, agrega. Además, se fue convirtiendo en una herramienta de trabajo fundamental para el creciente sector como el de logística y el delivery, sumado a la falta de transporte en muchas ciudades o el factor precios del transporte. “Finalmente, no podemos olvidar el factor aspiracional y de ocio; para muchos, la moto es una puerta de entrada a una comunidad y un estilo de vida”, concluye. Es que para un segmento importante de la población, especialmente jóvenes y trabajadores que acceden a su primer vehículo, la moto es un sustituto directo y eficiente del auto económico. Ofrece independencia y movilidad a una fracción del costo de compra y mantenimiento. Para otros usuarios, en cambio, funciona como un complemento ideal. Y como mencioné anteriormente complementa la falta de transporte.
La pirámide. En el caso del grupo Simpa, una empresa nacional que representa y gestiona la producción y comercialización de varias marcas diferentes con énfasis en las de gama media y alta (KTM, Husqvarna Mobility, GASGAS, Moto Morini, QJMOTOR, MV Agusta, Harley-Davidson® Argentina, Royal Enfield, Vespa, Can-Am, CFMOTO -cuatro ruedas, Piaggio, Aprilia, Moto Guzzi, Ninebot-Segway, Super SOCO y FELT Bicycles), la tendencia también es ascendente, pero se venía registrando desde la salida de la pandemia. Juan Carlos Mas, su director comercial, marca ese tiempo como un quiebre en la demanda de motos por su versatilidad para el uso del transporte, pero también para esparcimiento, al menos en los segmentos que ellos están enfocados. “La financiación es clave por la posibilidad de tener cuotas fijas que potencia mucho la demanda. No sólo se trata de acceder a la primera moto sino también poder hacer un recambio yendo a un modelo más nuevo o escalar a uno de mayor cilindrada”, explica. De las 30.000 unidades anuales que comercializan (80% producidas en la planta de Pilar) con valores que van desde los US$4.000 a US$130.000 en el caso de algún modelo de las icónicas Harley Davidson, tienen dos acuerdos con el BBVA y el Santander para acceder a créditos prendarios con una financiación de hasta el 80% del precio de la unidad. “Entendemos que la proyección de una baja en la tasa de interés es algo bueno para nuestro mercado, pero sobre todo para el país que así moviliza la economía y empuja la demanda”, concluye.
por Marcelo Alfano














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