Quiet vacationing es el nuevo término que se escuchó en el hemisferio norte entre julio y agosto, seguramente llegará al hemisferio sur esta temporada de verano. ¿Qué es? Los colaboradores se toman vacaciones sin avisar a sus empleadores y siguen trabajando online, pero desde un destino vacacional. Puntualmente, en Estados Unidos, una encuesta de Harris Poll reportó que el 48% de norteamericanos realizaron “quiet vacationing” en la semana del 4 de julio (fecha patria) en la cual, en el pasado, muchos se tomaban vacaciones.
Con la nueva modalidad de home office / hibridez adoptada ampliamente a nivel mundial, los colaboradores encuentran que es cada vez más fácil combinar sus responsabilidades profesionales con su vida personal y tiempo de ocio. Las prioridades y los propósitos ya son otros.
Al hacer procesos de búsquedas, y sin importar las edades de los candidatos, es cada vez más complejo atraer talento a aquellas organizaciones que promueven una presencialidad de 4 o 5 días semanales. Sin embargo, Amazon informó recientemente que sus empleados, a nivel mundial, tendrán que volver a la oficina de manera presencial los cinco días a la semana, sin importar seniority. La explicación fue que antes de la pandemia sólo se trabajaba de manera remota frente incidentes específicos como enfermedad de un hijo u otro percance que no permitía acceder a las oficinas.
¿Será que empresas como Amazon sienten que la gente no trabaja cuando están en sus casas? ¿Será el principio del fin del balance vida laboral / personal? ¿Tendrá algo que ver con que también Amazon está realizando despidos masivos? El tema fundamental para tener en cuenta es que, en cualquier organización, cuando se hacen modificaciones estructurales que coartan los beneficios (derechos adquiridos) o se rompen compromisos acordados previamente por parte del empleador, los primeros colaboradores en irse generalmente son justamente aquellos que querrían que se queden. Son generalmente los high potential, los que están en líneas de sucesión, los que agregan valor por su alto desempeño. Qué loco, ¿no?
Hace poco desde Bäcker & Partners realizamos y luego publicamos una encuesta a +400 ejecutivos para averiguar cuál es el mix ideal de presencialidad. La mayoría de los que participaron de la encuesta fueron CEOs y directores. Los resultados demostraron que esos líderes prefieren semanas con presencialidad tres días y dos días de home office, ir a la oficina con propósito. Cuando publiqué estos resultados en mi perfil de Instagram algunas personas sugirieron mirar el “lado B” de ese beneficio. Me escribieron para decirme que hacía cuatro años que luchaban, en sus casas, debido a la invasión de las oficinas en sus hogares y que no tenían la infraestructura para aguantar eso que, para otros, era un beneficio. Me sugirieron encuestar a las casas, a aquellos que conviven con los que trabajan remoto, para saber si ellos ganaron o perdieron calidad de vida.
El nuevo término de “quiet vacationing” viene de la mano de otra terminología que se hizo muy popular post pandemia, “quiet quitting”. Quiet quitting es el término que se asigna a aquellos que bajan la persiana con la empresa, pero no se retiran. Son aquellos que han roto el compromiso emocional y ya se irían, sin pensarlo, si aparece una nueva oportunidad. Además, laboralmente, cumplen con lo mínimo indispensable sólo para permanecer y cobrar su salario a fin de mes.
El quiet vacationing parece una extensión de esta búsqueda constante de equilibrio entre la vida personal y laboral, un fenómeno que refleja cómo las prioridades de las personas han cambiado. Sin embargo, también nos enfrenta a preguntas incómodas sobre los límites del trabajo remoto y el impacto real que tiene tanto en los empleados como en quienes comparten sus hogares. Este verano, en el hemisferio sur, es probable que veamos más de esta tendencia. Lo cierto es que, mientras algunas empresas buscan retomar el control y volver a la presencialidad, los trabajadores siguen buscando maneras de preservar su libertad y bienestar. ¿Será el quiet vacationing una solución pasajera o una señal más de que los paradigmas laborales han cambiado para siempre?
*Sandra Olive es Managing Partner de Backer & Partners, especializada en la búsqueda de ejecutivos para la Alta Gerencia y Consultoría de Cultura y Liderazgo.
por Sandra Olive
Comentarios