Friday 26 de July, 2024

ESPACIO NO EDITORIAL | 21-02-2024 11:23

El Eclipse

Disfrutar tu trabajo, el lugar y la gente con la que lo compartís, y además tener un buen equilibrio con tu vida personal, es tan infrecuente y espectacular como un eclipse.

Esta actividad me dio la posibilidad de relacionarme con personas en diversas industrias, de todas las edades y en diferentes etapas de su vida patrimonial/familiar. De esas conversaciones rescato lo que creo son las variables más determinantes de nuestra calidad de vida profesional (y personal por derrame): lo que hacemos, dónde y con quién lo hacemos, y el equilibrio con nuestra vida personal.

No hay novedades hasta acá, pero quizás te sirva la oportunidad para repasar cómo venís en cada una de estas áreas y ver si hay algo que ajustar. O en el peor de los casos, para ponerle nombre al bajón anímico de los domingos y definir qué estás dispuesto a hacer para dejar de padecer la semana.

Confucio dijo "elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida". Bárbaro, ahora Confucio reencarna en modo genio de Aladdin y te pide que elijas a qué dedicarle tu vida profesional, que él se ocupa de tus gastos durante 5 años. Adiós prepaga, nafta, supermercado y todo el resto; está resuelto. Entonces ¿qué harías si no tuvieras que preocuparte por el dinero?

En los extremos, tu trabajo puede ser un separador de fines de semana o esa actividad que te desafía, te invita a crecer y que además tiene un impacto positivo en otros; lo económico importa, pero es secundario. Si tuviste la suerte o mérito de encontrar esa actividad y, más aún, lograste dedicarte a eso, tenés una ventaja enorme; funcionas con otro voltaje. Tenés una energía distinta porque disfrutas lo que haces y te cansas menos, o con un sentido de propósito.

Ahora, ese no es el final de la historia. Incluso si arrancas el lunes con todas las ganas, puede ser que ya para el mediodía empieces a sentir el desgaste de un equipo de trabajo que no acompaña, de un líder que no te potencia, o de una compañía en la que te pesa estar. En definitiva, si el contexto en el que llevas adelante esa actividad no es el indicado, vas a sentir la fricción, y puede llegar a tal punto que ni siquiera el disfrute de tu trabajo lo compense.

Si esto último no te pasa, tenés una realidad laboral increíble: estás rodeado de gente con la que creces y aprendes, con un liderazgo sano que te empodera y te desafía, dentro de una empresa de la que te sentís parte o en un proyecto independiente que soñaste. Pero tengo que incomodarte de nuevo ¿cuándo fue la última vez que te tomaste un tiempo para vos? Para ir a un médico, a un evento familiar, o simplemente cortar a horario para hacer deporte o sumarte a alguna juntada.

El "riesgo" al que te enfrentas en este escenario es a no saber (o no querer) cortar con el trabajo y que eso te coma la agenda personal. Si lo laboral es algo tan central en tu vida ¿qué espacio hay para todo el resto? Pareja, salud, ocio, familia, todo queda en segundo plano. Está perfecto si es una decisión consciente, pero muchas veces no lo es y no podes volver a vivir los 20s, 30s o 40s a los 50.

Espero que estas preguntas te hayan servido para revisar cómo venís y si no es dónde o cómo querrías estar, que puedas accionar sobre eso. No hay recetas mágicas, pero hay un "ingrediente clave" que te va a facilitar tomar cualquier decisión. El dinero (si trabaja para vos) te da la oportunidad de reinventarte profesionalmente, dedicarte a un proyecto vocacional, o a equilibrar mejor lo laboral con lo personal; es la herramienta más versátil que hay. Usala.

Hablemos, estoy disponible a través de Instagram (@nr.asesorfinanciero), LinkedIn (Nicolás Rampinini) o mi página (nrampinini.com).

por CEDOC

Galería de imágenes

En esta Nota

Comentarios