La tendencia decreciente en las víctimas fatales, observada desde 2017, se mantiene. Sin embargo, las cifras de 2023 se asemejan a las del año 2021, marcado por la menor circulación debido a la pandemia. A nivel geográfico, las provincias del norte presentan las tasas más altas de siniestralidad fatal en relación con su población y parque vehicular. Buenos Aires lidera en cantidad de siniestros y víctimas, con 954 accidentes y 1.351 fallecidos.
La mayoría de los siniestros fatales ocurrieron en rutas (49%), con proporciones equilibradas entre día (51%) y noche (49%). Más de la mitad (56%) fueron colisiones, aunque también se registraron atropellos, vuelcos y caídas. Enero fue el mes más trágico, con picos en regiones como el Centro, NOA y NEA.
El perfil de las víctimas sigue patrones alarmantes: hombres (78%), jóvenes entre 15 y 34 años, y usuarios de motos, quienes representan el 41% de los fallecidos. En el norte, 6 de cada 10 víctimas son motociclistas, mientras que en la Patagonia predominan los automovilistas. Peatones y ciclistas conforman el 10% y 5% de las víctimas, respectivamente.
Aunque el informe no aborda específicamente el rol de la alcoholemia, el alto porcentaje de siniestros nocturnos y la prevalencia de víctimas jóvenes sugieren una posible correlación. La conducción bajo los efectos del alcohol es un factor de riesgo documentado que afecta particularmente a este grupo etario, especialmente a motociclistas. Esto subraya la importancia de reforzar controles de alcoholemia y promover campañas de prevención dirigidas a conductores jóvenes.
La siniestralidad vial sigue siendo una preocupación nacional, pese a los avances logrados en la reducción de cifras históricas. Estos datos reflejan la urgencia de implementar medidas efectivas que protejan a los usuarios más vulnerables y reduzcan el impacto de estas tragedias en las rutas argentinas.
Autor:
Franco Piazze.
Abogado T° 131 F° 976 CPACF
1163690761
tuveunchoque.com.ar
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