El nuevo papa sigue con sus signos de "rebeldía" y volvió a romper el protocolo del Vaticano para acercarse a la gente que saludaba mientras él pasaba arriba del papa movil.
Esta vez fue para darle un beso en la frente a un joven discapacitado que había sido llevado en andas para que presencie la asunción del nuevo papa.
Este tipo de gestos de Bergoglio tiene preocupados a los agentes de la custodia papal, quienes velan por la seguridad del Sumo Pontífice.
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