Chano debería estar muerto. Es la verdad. Pero tiene un Dios aparte que lo cuida. Un Dios con quien seguramente negoció algunos infiernos por varias vidas. Algunas ya las perdió, pero en su destino aparecía la gloria y la alcanzó, llenando el estadio de River Plate con su música. Es que el viernes 8 de diciembre, junto a su icónica banda Tan Biónica, Santiago Moreno Charpentier abrazó la vida eterna cuando frente a más de 80 mil devotos se emocionó hasta las lágrimas. Y ahí mismo se confesó: “Tal vez estoy vivo gracias a ustedes, porque rezaron por mí. Yo rezo por ustedes todas las noches”.
En los últimos años, Chano estuvo varias veces al borde de la muerte. Y si bien su declive comenzó el 5 de agosto del 2015, cuando en pleno barrio porteño de Núñez perdió el control de su camioneta y embistió a varios autos estacionados hasta estrellarse contra el portón de una vivienda, su primer gran susto fue en el 2021, cuando sufrió un brote psicótico en su casa, que terminó con un policía disparándole en defensa propia en el abdomen. Chano fue internado de urgencia en el Hospital Otamendi, donde le extirparon el bazo, un riñón y parte del páncreas. Y según cuenta su madre, al llegar al quirófano y ver el cuadro de situación, el médico le dijo “prepárense para lo peor”.
Cabe destacar que Chano actualmente tiene 42 años pero en diversas notas confesó que es adicto desde los 20. En una entrevista que le realizó Jorge Lanata en TN en el 2015, se sinceró: “Yo creo que el destino de un adicto en consumo es la cárcel, el hospital o la muerte”. Y frente a la pregunta del periodista de si consumía para afrontar un mundo que le dolía más que al resto, respondió: “No, yo tengo registro de que mi vida sin drogas es una colección de éxitos. Cada vez que dejo de drogarme, logro conquistar todos mis sueños. Lo que tengo son recaídas, no períodos de consumo”.
Presente
El presente de Chano en este 2023 que va terminando es luminoso y lleno de proyectos musicales que lo mantienen ocupado. Tras una carrera solista de casi siete años, volvió a su histórica banda Tan Biónica -donde también toca su hermano Bambi- y revolucionaron las taquillas, agotando en pocas horas dos shows en Vélez, dos en La Plata y el mítico estadio de River. Más de 250 mil entradas que motivaron que los músicos no archiven sus instrumentos, sino que, por el contrario, inicien otra gira que los llevará por Punta del Este, Mar del Plata, Córdoba, Montevideo y Asunción.
Sin embargo, todo en la vida de Chano parece ser extremo y, aunque hoy en su rostro se dibuje una sonrisa de triunfo, a principio de este año tuvo su segundo y más angustiante baile con la muerte, cuando en la madrugada del 17 de febrero ingresó de nuevo al Otamendi con un cuadro relacionado a un consumo imprudente de medicamentos. Con su estado de salud “reservado” y sin parte médico, se rumoreaba nuevamente lo peor. Una semana tardó en despertarse del coma inducido, momento en que su madre Marina habló con los medios, explicando que su hijo había dado negativo en todos los testeos toxicológicos y que su descompensación se debía a una ingesta equivocada de medicamentos, sumado a un cuadro de neumonía que complicó el funcionamiento de todos sus órganos. Más de quince días de internación, en los que sus fans empapelaron las paredes del sanatario con sus plegarias. Y lo impensado volvió a suceder: a los 14 días de su alta médica, Chano ya estaba en el escenario del Lollapalooza anunciando el regreso de Tan Biónica. El país no lo podía creer, el piberío biónico mucho menos.
Luz y sombra
Si de algo carece el universo de Chano es de equilibrio. Y por una de arena, el autor de “Ciudad mágica” recibe varias de cal. El 8 de agosto de este mismo año la Justicia lo procesó por abuso sexual agravado contra Militta Bora, quien lo había denunciado por un hecho del 2016. Y pese a su imputación, el juez Luis Schegel dictó su procesamiento sin prisión preventiva por lo que afronta esta instancia en libertad por “no presentar riesgos procesales”.
Desde hace años Chano está en tratamiento psiquiátrico por sus adicciones, pasando por diversas instituciones. Comenzó su rehabilitación en la Clínica Avril, pasó por Puiggari, un centro adventista de desintoxicación, y desde hace un tiempo está bajo el cuidado de un equipo interdisciplinario de la Comunidad Terapéutica UdiGens, institución privada, donde recibe terapia individual, grupal y es monitoreado por diversos profesionales que lo acompañan en sus decisiones. No está internado, vive solo pero acompañado por su entorno más íntimo, madre, hermano y amigos. En los últimos días, su madre afirmó en televisión: “Está muy bien, camino al año limpio. Está ensayando con su banda, con muchas esperanzas. Creo que esta vez entendió”.
En su último show de River, Chano se mostró recuperado, renovado y ubicado en tiempo y espacio, celebrando su nueva vida lejos de los escándalos y alineado al éxito que supo construir junto a Tan Biónica. Una noche inolvidable que contó con la participación de Abel Pintos, Nicki Nicole, Miranda y Airbag. Y en la que también quedó evidenciado que el cantante hizo un pacto con Dios y por ello, en cada uno de sus recitales, le canta su melodía.
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