Mientras que en la Justicia se sigue dirimiendo el futuro de Aníbal Lotocki, el médico responsabilizado de casos de mala praxis que llevaron a los fallecimientos de Mariano Caprarola y Silvina Luna, otros pacientes que se sometieron a procedimientos estéticos bajo su bisturí temen por sus vidas.
Todas las víctimas, las cuales se multiplican con el correr de los días, sostienen el mismo reclamo de justicia y exigen que quienes encubren al médico dejen de “protegerlo”. Pero, a la par de eso, crece entre todos ellos el miedo de engrosar la lista de víctimas fatales de Lotocki. Pacientes famosos y anónimos comparten la angustia por sus estados de salud y explican que sus vidas cambiaron para siempre.
“¡Tenemos 20 años de vida a partir de la aplicación del producto!”, gritó en la puerta del médico una de sus víctimas durante la marcha en repudio que se realizó el miércoles 6 de septiembre. Ese sentimiento hizo que algunos de los que fueron sus pacientes quebraran en llanto ante la posibilidad de ser ellos los que sufran un deselance similar al de Luna y Caprarola, presuntas víctimas del mal proceder del médico.
Temor
“A mí me arruinó la vida. No sé si voy a despertar mañana o cómo lo voy a hacer”, detalló a NOTICIAS Silvana Di Raimondo, una de las pacientes, a quien su pareja le costeó la operación. Ese sentimiento es transversal a todos aquellos que acudieron al consultorio del médico. “Es como que somos una bomba de tiempo que puede explotar en cualquier momento”, resumió Stefy Xipolitakis sobre cómo afrontan día a día sus vidas los ex pacientes de Lotocki.
Pamela Sosa, ex pareja de Lotocki y que pasó de defenderlo a ser una de sus principales detractoras, afirmó: “Yo me di cuenta de lo que tengo recién diez años después de la cirugía que me hizo. Él me operó en el 2006 por primera vez y me enteré en el 2016 por otra cirujana que me mandó a hacerme estudios. Uno tiene miedo porque no sabe qué le puede pasar. Es muy difícil estar constantemente con miedo”.
Al igual que Xipolitakis y muchas otras víctimas, Sosa también describió su situación como una bomba de tiempo a punto de estallar, una consigna que se hizo bandera e incluso fue colocada en el frente de la casa del médico por los manifestantes que se congregaron en Olivos para repudiarlo.
“Me angustia pensar que tengo 33 años y casi me amputan un pie por culpa de un cirujano asesino perverso. Me puso cosas que no sé que tengo en el cuerpo. Todos los días me levanto y me reviso el cuerpo porque tengo miedo de que me salga algo. Tengo terror”, contó el mediático Fran Mariano, otra de las víctimas del médico.
Así, las personas que fueron operadas por Lotocki viven con un constante temor a que las malas prácticas médicas hagan mella en sus cuerpos y generen trastornos de salud. “Tengo dolores, me tiembla el cuerpo, bajé de peso, me bajaron las defensas, mi familia tiene miedo de que me agarre una neumonía como hace un tiempo”, explicó Gabriela Trenchi sobre cómo su vida se vio afectada. “Tengo todos los huesos descalcificados como una persona de 90 años. El tomar tanta medicación por los dolores me trae problemas en el estómago, en los intestinos y todo lo psicológico que trae esto”, agregó.
Las visitas médicas y constantes chequeos se volvieron así la nueva realidad de los ex pacientes de Lotocki. “Me hice una ecografía para saber cómo está quedando lo que me queda de riñón. Con toda la medicación y dieta que estoy haciendo estoy mejor. Pero nunca me cuidé tanto en mi vida. Me tengo que cuidar a niveles tremendos”, opinó el productor teatral uruguayo Raphael Dufort. Stefy Xipolitakis, por su parte, confesó que debe concurrir cada seis meses a realizarse ecografías de riñón para controlar que no se calcifiquen: “Mañana me puedo morir y yo no pedí esto. Hoy no tengo salud mental, estoy muy frágil”, dijo.
El miedo por lo que Lotocki pueda haber hecho en el cuerpo de sus pacientes incluye a aquellas personas que aunque aún no presentan ningún síntoma de daño en su salud, temen ser la próxima víctima. La vedette Mónica Farro confesó que aunque aún no sufrió ningún trastorno, tras los casos de Caprarola y Luna decidió acudir a realizarse chequeos médicos. “Todo esto me hace muy mal, no sé qué puede llegar a pasar”, contó. La uruguaya, además, explicó cómo cambiaron sus hábitos a raíz de las acusaciones contra Lotocki: “Empecé a palparme zonas del cuerpo. Estaré más pendiente de tocarme a ver si siento algo. Es horrible lo que está pasando”, dijo.
Virginia Gallardo, por su parte, detalló que sufre dolores crónicos y que, aunque en su caso el “cemento” inyectado por Lotocki no se diseminó a otras partes de su cuerpo, hay poco que pueda hacer para paliar la situación. “Si quisiera sacármelo me tienen que abrir de lado a lado y rebanar el músculo. En mi caso no migró. Yo hago actividad y con el músculo genero elasticidad y me genera cien veces más dolor. Cuanto más entreno, más duele”, explicó.
Contención
Tras el fallecimiento de Luna, muchas víctimas de Lotocki crearon un grupo de Whatsapp para organizarse para concurrir a la casa de Lotocki a la marcha en repudio que se hizo el día 6 de septiembre. Sin embargo, esa comunidad virtual rápidamente viró de función obligando a la creación de otro grupo en el cual se congregaron las víctimas pero para contar sus situaciones particulares, brindarse apoyo mutuamente y animar a otras víctimas a narrar sus padecimientos.
“Se armó otro grupo porque en el medio surgían preguntas, testimonios de gente que ha hecho diferentes cosas para solucionar sus problemas, otros dicen con qué médicos se atendieron”, explicó Gallardo y agregó: “No saben la cantidad de casos desconocidos que se han sumado. Hay un montón gravísimos. La verdad es que hoy, con el diario del lunes, el tema de la calcemia es algo que se repite en muchos casos”.
En el grupo, además, las personas damnificadas comparten consejos sobre cómo mitigar los dolores crónicos que sufren, a qué médicos pueden acudir y la manera de proceder legalmente. Según trascendió, el abogado Fernando Burlando, quien representa a los deudos de Silvina Luna, se comprometió a representar legalmente a todas estas personas sin cobrar honorarios.
Esta comunidad virtual permitió además detectar que las víctimas que acusan a Lotocki son muchas más de las que se pensaba, ya que cada persona que se suma al grupo afirma conocer a otra que también fue damnificada. Esto podría llevar a que se inicie una nueva causa en contra del médico, en la que se aúnen todos estos testimonios en su contra.
Comentarios