Durante años, el estereotipo de los jóvenes de clase media alta y alta respondió al nombre de “Tinchos”. El término tiene mucho arraigo entre los centennials e incluso las generaciones más jóvenes para referirse a alguien de dichos estratos sociales, o que al menos aparentan serlo, y que se expresan con modismos típicos de ciertos círculos, visten ropa de marca y su única preocupación es tener el físico tallado y un corte de pelo a la moda.
Algo similar ocurre en el género femenino. La contraparte de los Tinchos son las “Milipilis”, producto de la conjunción de Milagros y Pilar, dos nombres tradicionales en las familias de alto poder adquisitivo.
Sin embargo, las mismas generaciones que fijaron estos estereotipos empiezan a ver que la realidad cambia. Los Tinchos y Milipilis van quedando fuera de juego en detrimento de conceptos superadores. “Los Joacos” y “las Delfis” llegaron para representar mejor a los jóvenes actuales y van colocándose como el estereotipo reinante entre la juventud argentina.
Paradigma
“El Joaco usa camisa blanca pero holgada, tiene mucha plata pero se hace el mochilero. Usa gorrito pescador y riñonera, fuma tabaco armado. Se hace el misterioso, el snob, escucha música emergente y usa aro argollita”, resume Aru, una de las jóvenes que creó el concepto sobre qué representa un Joaco.
Desde la ropa que eligen hasta los temas de conversación, los Joacos son una evolución de los Tinchos. Con un perfil con pretensiones de mayor intelectualidad que sus predecesores, combinando su postura de hacerse los misteriosos con ser el centro de atención y acaparar las conversaciones y también exhibiéndose descontracturados, los Joacos son la nueva fauna juvenil que se puede encontrar este verano en la costa argentina.
En esta evolución, incluso, se relacionan distinto con el género femenino. Mientras que un Tincho se mostraba como un winner, los Joacos, en cambio, prefieren jugarla de simpáticos.”Vienen a hablar y no a 'encarar'. Se hacen los copados con todas. Se hacen los profundos con su forma de hablar y pensar”, explicó la joven creadora del estereotipo.
Además, se diferencian de los Tinchos en el hecho de ser más pudorosos con su situación económica y querer aparentar que tienen menos dinero de lo que es en realidad.
Pero si los Joacos captaron a los hombres jóvenes, muchas de las mujeres cayeron en la categoría de Delfis. Se trata de una evolución que comparte rasgos en común con los Joacos, como hacer gala de un look que simula ser descuidado pero que sin embargo está compuesto por prendas de última moda y de marcas reconocidas.
Además, comparte con los Joacos la misma pretensión de mostrar intereses diversos, desde tocar algún intrumento musical, mientras más raro mejor, hasta los destinos de sus viajes. Otro video viral dio muestras de este nuevo grupo de mujeres. Una joven que viajó al sur de la Argentina junto a su grupo de amigas, lloró y terminó afirmando que no volvería nunca más. “Odio la naturaleza, me quiero ir a Miami”, resumió la joven en un video que según los usuarios en redes sociales se convirtió la expresión máxima de qué es una Delfi.
Así, la juventud argentina está comenzando a regirse por nuevos paradigmas. Si los Tinchos tenían a las Milipilis, ahora, los Joacos tienen a las Delfis.
Galería de imágenes
Comentarios