Sunday 28 de April, 2024

SOCIEDAD | 19-02-2024 14:57

Gran Hermano violento

Participantes irascibles, pendencieros y siempre al borde de la agresión física. Los insultos y el bullying parecen ser el único lenguaje de una casa que vive sus horas más salvajes.

En esta edición de “Gran Hermano 2024” impera la violencia verbal y gestual, los malos modos, los insultos y la discriminación en todas sus formas. Bandera de esta política irascible, aparece la figura de Juliana Scaglione, alias “Furia”, la más irreverente y contestataria de la casa. Su atmosfera está viciada de una prepotencia sin antecedentes en un programa que estaba acostumbrado a las energías bondadosas de un Marcos Ginocchio, el liderazgo positivo de Cristian U o como algo superior, la estrategia psicológica de Marianela Mirra. Sin embargo, que la violencia se adueñe del prime time es un indicador social de los tiempos que corren en Argentina.

Estrategia. Dicen quienes conocen a Furia, que tiene todo estudiado. Que a sus 38 años vio todas las versiones anteriores del programa y que en ella todo está premeditado como para ser la ganadora. Sabe lo que el público quiere. Una estrategia que bordea el abismo y las reglas de convivencia. Ella es doble de riesgo, hace pesas, se pronunció bisexual y a lo largo del programa tejió estrategias con pocos jugadores porque “está acostumbrada a estar sola”. Hoy, sin aliados y con un carácter por demás intransigente, parece cumplir su plan a rajatabla y semana tras semana se fue quitando del camino a sus principales rivales: Williams primero, luego Isabel, Florencia, Denisse y Sabrina. Sin ningún tipo de protocolo, ella misma lo advierte: “No te pongas en el medio del zapato porque te piso como una cucaracha”. Claro que los mismos participantes la nominan todas las semanas pero el público la protege con su voto por ser auténtica y no tener doble discurso.

Entendedor del juego por haberlo vivido, Alfa, ex participante de GH afirmó en el programa de Carlos Monti, “Entrometidos en la tarde”, por la señal Net: “La nuestra era una casa chorizo donde vivía una familia enorme y este es el Penal de Sierra Chica, donde se están matando. Se pelean por ver quién es más capanga. El único perfil genuino que veo es el de Furia, los demás son copias de anteriores temporadas, por lo que queda claro quién es la líder”.

Tras la última gala de eliminación, donde su archirrival Sabrina fue la elegida por el público para abandonar la casa con el 40,5 por ciento de los votos, Furia festejó con su vehemencia habitual mientras le gritaba “maricón” a Emmanuel, el más compinche de la participante saliente. El respondió todas las veces con tibios “Callate cacatúa”. Postal de una noche que no fue inédita, sino lo acostumbrado.

Pero Furia no es el eje de las agresiones, sino uno de los principales engranajes. Otra que tenía el insulto fácil era Catalina, ya eliminada, quien en una discusión días atrás con Emmanuel por unos cigarrillos, terminó metiéndose con su sexualidad como insulto. “A mí no me insultés” le pidió el participante que hace las veces de peluquero, a lo que Catalina le contestó: “Te vas el domingo puto”. “Maleducada, vení a decírmelo en la cara” retrucó él, y ella desafiante se acercó nuevamente y le contestó a centímetros de distancia: “Puto”. Ahí los demás participantes separaron en pos de evitar agresiones físicas. Estaban por cruzar el límite.

Poderosas deidades. Por estos días, la grieta es entre Furia y Federico Farías alias “Manzana”. El último domingo, en una de sus habituales discusiones, la doble de riesgo terminó lanzándole por la cabeza una hamburguesa, por haberla tratado de ladrona. La secuencia terminó con una catarata de improperios gordofóbicos de parte de ella, mientras él se sonreía, entre nervioso, provocador y sin saber qué hacer. Ante su risa, ella contraatacó: “No me jodás. Me van a sacar pero porque te voy a romper la cabeza. Querés cámara streamer del orto, andá a laburar".

En esta agresión de todos contra todos, el que no estuvo ajeno a la ira de Scaglione fue el propio Santiago Del Moro. En la última gala, el conductor estaba bajando línea sobre el mal comportamiento de los participantes y Furia empezó a gritarle “No me digan que me calle”, a lo que De Moro pidió de manera seria que lo traten con respecto como él mismo los trata a todos.

La línea delgada entre el insulto y la agresión física por ahora no se quebró. Pero la convivencia se hace cada vez más áspera y nadie sabe qué pueden deparar las próximas emisiones. Salvo que, como viene sucediendo, vayan saliendo los participantes más conflictivos y el barco GH llegue a un puerto pacífico sin antes pasar por una denuncia penal y un escándalo mediático si alguno pierde definitivamente los estribos.

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Mariano Casas Di Nardo

Mariano Casas Di Nardo

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