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SOCIEDAD | 14-12-2021 15:49

“La China” Suárez, la culpable perfecta

Cómo el público, los medios y ella misma contribuyen a retratarla como una villana. Mirada machista y nuevo jugador en la mira.

En estos días, Eugenia “la China” Suárez sumó nuevos episodios a su derrotero mediático. En momentos en los que sigue fresco el escándalo por el “Wandagate” y los mensajes que cruzó con Mauro Icardi, los rumores señalaron a otro futbolista como la nueva conquista de la actriz: se trata de Rodrigo de Paul, jugador de la Selección. Si bien De Paul salió rápidamente a aclarar que los rumores eran falsos, no pudo impedir que su relación con Camila Hons se viera afectada: lo cierto es que hoy el jugador y su pareja están distanciados. A esto se sumó un condimento “místico”: Mariano de la Canal -mejor conocido como “El fan de Wanda”- declaró que una bruja le contó por redes que “la China” habría recurrido a ella para hacerle un “amarre” a Icardi.

“Esto es persecución, acoso, ensañamiento. Yo no me voy a pegar un tiro, ni a saltar de un edificio, porque por ahora mi salud mental está estable. Pero ustedes están empecinados en meterse en vidas ajenas y arruinarlas”, declaró la actriz en sus redes, saturada por el asedio mediático. Y mientras tanto, ya están a la venta remeras con chistes como “Hasta que la China nos separe”, o “Yo no estuve con la China Suárez”: las conquistas de la actriz ya son un meme, un fenómeno pop, un chiste que todos entienden enseguida.

De una forma u otra, “la China” Suárez siempre termina en el centro del escándalo, y si para algunos la actriz es “una mujer libre que hace lo que quiere”, para otros es la “rompehogares”. Tanto Nicolás Cabré como Benjamín Vicuña iniciaron su historia con ella estando en pareja con otras mujeres (Eugenia Tobal y Pampita, respectivamente). Ya sea por amor u odio, la China fascina al público (sobre todo femenino) que asiste a las peleas de los famosos como a un circo romano.

La "China" Suárez, villana

La psicoanalista Felicitas Irastorza opina que la fascinación que Suárez ejerce en esas mujeres no reside en ella, sino en lo que ella encarna o representa. “Muchas mujeres suponen que existe ‘esa otra mujer’, que tiene el encanto de la feminidad, que no tiene fisuras, es irresistible, sabe lo que es ser una mujer. ‘Ella tiene un no sé qué qué yo no tengo, y entonces me siento en desventaja’. Mi hipótesis es que ven a la China como una rival, una ‘zorra’, no porque lo sea, sino porque lo representa. Cuando se habla de la zorra, en las fábulas por ejemplo, el zorro es un animal asociado al saber, a ser perspicaz. Entonces la odian y la aman en partes iguales: es una amenaza y al mismo tiempo representa esa mujer misteriosa que tiene ese encanto”, explica. La palabra “zorra” viene a cuento: es la que usó Wanda Nara para definir a “la China” cuando las infidencias de su marido salieron a la luz.

Para Irastorza, así como la Suárez representa para muchos a “esa mujer misteriosa que conoce el encanto femenino”, también Wanda representaría eso, pero para “la China”. “Si bien no estamos adentro de su cabeza, mi teoría es que a ella no le interesa Icardi, le interesa Wanda. Esto es un asunto entre chicas. Creo que ‘la China’ está mucho más interesada en Wanda que en Icardi, más de lo que sabe conscientemente. Wanda tiene algo que ‘la China’ no tiene: no se sabe qué. Icardi tiene brillo, pero porque es el marido de Wanda: tal vez estando con él ‘se entere de algo del misterio que tiene Wanda’.  Wanda es a ‘la China’ lo que ‘la China’ es al resto de las mujeres”, dice la psicóloga.

El psicólogo cognitivo Alan Hornes va más lejos: sugiere que la imagen de “robamaridos” con la que la actriz carga está basada en un cherry picking, o “sesgo de confirmación”. “No se sabe si a ‘la China’ le gustan los hombres casados, porque tranquilamente puede haber estado con un montón de tipo solteros, pero esas historias no llegan a los medios. Tal vez estuvo con cien solteros y tres casados, pero son solo las historias con casados las que llegan a la luz porque sabemos que el circo mediático es lo que garpa”, explica.

Wandagate y machismo

La comunicadora especializada en temas de género Ludmila Fernández López cuestiona el rol de la “robamaridos” que se construyó alrededor de Suárez, ya que activa estereotipos machistas en la conversación pública. “Estos estereotipos son muy dañinos porque constriñen muchísimo a las mujeres. Esta cuestión binaria de ‘la santa y la puta’, ‘la virgen y Eva’. En muchos aspectos seguimos siendo una sociedad conservadora y tradicionalista: Wanda viene a representar el rol de una señora casada que lo primero que dice es ‘con mi familia no’. Lo primero que Wanda le dice es ‘zorra’; no le dice ‘estás desatendiendo un pacto de sororidad entre mujeres’ o ‘estás quebrando el pacto que tengo yo con mi marido’: la está tratando de puta. Es un lugar donde estamos cómodos como sociedad: criticar a ‘la China’ antes que criticar a Icardi”, explica.

La pregunta de cómo deben posicionarse las mujeres frente a “la China” sigue abierta. Mientras sus seguidores reivindican el derecho de la actriz a estar con quien quiera, sus amigas famosas toman distancia: es el caso de Paula Chaves, Mery del Cerro, Zaira Nara y Gime Accardi. Actualmente “la China” se muestra en su Instagram en fotos grupales con amigas que no son del ambiente. “En redes hubo quienes la criticaron porque siempre aparece como tercera en discordia, lo cual ni es terrible ni la vuelve una villana, pero después ella termina alimentando una imagen de victimización. Ella sacó un comunicado en el que toma conceptos del feminismo, pero para quedarse en la idea de ‘yo no sabía, yo no supe, a mí me dijeron que era por acá y en realidad me engañaron’”, dice Fernández López.

Desde Helena de Troya hasta estos días, siempre hay alguna mujer que sirve como chivo expiatorio de todos los males. ¿Alcanzarán estas acusaciones para terminar de quemar a “la China” en una hoguera?

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Tomás Rodríguez

Tomás Rodríguez

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