El miércoles 11 Antonio Laje le respondió a NOTICIAS a través de un audio: “Tengo muchos años en esta profesión. Crecí a fuerza de trabajo. Soy recontra exigente y sin duda alguna esta exigencia, en algún momento, lastimó gente. Yo no lo vi, no me di cuenta”, fue la primera parte del descargo del periodista acusado públicamente por maltrato por cuatro ex compañeras. Esta misma situación fue relatada, en off the record, por19 profesionales consultados por NOTICIAS que compartieron espacio con él y coincidieron en describir un clima laboral hostil: gritos, agresiones constantes y castigos injustificables. Y no solo son testimonios. También hubo hechos concretos. En 2016, el estudio de "Buenos Días América" apareció empapelado con afiches que decían: “Esto es maltrato”. En ese mismo año, el periodista de América, Juan Carlos Otero, presentó una denuncia ante la Justicia en la que relató que a su alrededor “era habitual observar productoras llorando, discusiones e insultos”.
Entre las personas consultadas por NOTICIAS hubo productores, cronistas, movileros, columnistas y conductores; figuras consagradas y profesionales en sus primeros años de carrera; personas que ya se fueron del canal o que continúan trabajando allí; hombres y mujeres. Ninguno defendió a Laje. Ni siquiera aquellos que compartieron pantalla con el periodista durante años.
El origen del escándalo Laje
El escándalo comenzó el 26 de noviembre cuando María Belén Ludueña contuvo el llanto al despedirse de los dos noticieros que conducía junto al periodista, “Buenos Días América” (de 6.30 a 9) y “Buenos Días América Extra” (de 9 a 11). Al día siguiente, Juana Viale le preguntó si se llevaba bien con Laje y, aunque fue correcta y habló del profesionalismo del conductor, sus gestos revelaban que algo estaba pasando.
Eugenia Morea: "Siete años pensando que yo era el problema. A todas nos hizo lo mismo. La palabra 'inútil' me quedó grabada".
Los compañeros de Ludueña la vieron llorar con frecuencia. Todos aseguran que era insostenible el maltrato y los gritos por cucaracha. Laje le daba cada vez menos espacio al aire y le decía que era "ni ni" por no tener ninguna especialidad. Un día, Jorge Macri, preocupado por ver llegar a su pareja angustiada todos los días, llamó al conductor. Sin decirle el motivo, le dijo que lo quería ver al otro día después del programa. Laje dijo que sí pero, media hora antes del encuentro, se fue del estudio sin avisarle.
El primero en ponerle nombre a lo que pasaba fue Ángel de Brito quien, al instante, publicó: “Que triste que en pleno 2021 una profesional no pueda hablar del maltrato laboral. ¿Por qué llora Belén? Y detrás de un maltratador hay mucha gente con poder que lo apoya”. El tema terminó de explotar cuando habló Fiorella Vitelli, nutricionista y ex columnista del programa. Primero dijo “tener miedo”, pero luego relató su experiencia en una entrevista radial. Como una catarata llegaron los testimonios de Maite Pistiner, Eugenia Morea y Sandra Igleka.
Sin embargo, muchísimos más son los que confirman las historias de maltrato aunque prefieren resguardarse. “Me da miedo poner mi nombre porque hablamos de alguien con poder”, explicó un joven que trabajó como productor periodístico de "BDA". “Jamás acepto un off, pero vi llorar a demasiadas personas. Esto es sistemático. Hablo con reserva porque este es un ambiente chico y te exponés demasiado”, agregó alguien con décadas de trayectoria en el Grupo América.
Fiorella Vitelli: "Cuando vi lo de Belén dije: ‘¿Cuánto más voy a callar?’. Hay un sistema de violencia que te termina dando culpa".
Desde la señal aseguraron que no hay denuncias internas y dicen desconocer la veracidad de las acusaciones públicas. Como empresa, afirmaron las fuentes, tienen tres recursos para lidiar con potenciales situaciones de violencia: un protocolo que estableció un procedimiento que incluye la reserva de la identidad de la víctima, un acuerdo para prevenir situaciones de violencia firmado por Ata-Capit en conjunto con la Asociación Argentina de Actores en el Ministerio de Trabajo, y una casilla de correo inaugurada hace seis meses en la que se pueden hacer reclamos anónimos. “No hay una sola presentación”, sostuvo Martín Armentano, director de Capital Humano de la compañía.
Esa no es la versión de todos. Igelka pone su ejemplo: “Cuando Lage llegó al canal hacía 17 años que yo trabajaba ahí. Se cruzó conmigo, me sacó de segmentos importantes y hasta prohibió que me llevaran como invitada a otros programas. Venía castigándome, pero un día en 2014 alguien de más arriba le dijo que me tocaba una cobertura en Cuba. Parecía enojado por tener que comunicarme algo bueno. Me miró y me dijo: ‘¿Vos te estás cogiendo a alguien del canal o a algún ministro?’ Lo frené y, a partir de ahí fue todo peor. Consulté con abogados y la única opción era denunciar y quedarme sin trabajo. Tengo 57, no es tan fácil conseguir otro. Entonces, le hablé a una directiva. “Los gerentes pasan y nosotras quedamos. Aguantá’, me respondió”.
Denuncia
Laje llegó a América en 2014 para conducir "BDA" y a las pocas semanas fue nombrado gerente de noticias. El presidente del Grupo América, Daniel Vila, dijo a NOTICIAS que desconoce las acusaciones, aunque es imposible que se les haya escapado a las autoridades la denuncia de Otero, quien había ingresado al canal en 1994 y nunca tuvo problemas hasta el desembarco de Laje.
Maite Pistiner: "Me generaba miedo y tensión. Muchos días volví llorando y terminé internada con un problema en el cuello".
Aunque era uno de los cronistas con más experiencia, un día Laje se enojó por una situación relatada en el expediente que ahora tramita en la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones. En noviembre de 2015, según el expediente, “el gerente lo convocó a su despacho y de malos modos, entre insultos y golpes a su escritorio le pidió explicaciones por un comentario expresado al aire”. Laje quería saber el origen de un dato y el periodista le entregó, por escrito, un listado con sus fuentes.
Los amigos que Otero todavía hoy conserva en el canal insisten en que a partir de ahí fue peor. “Es así, lo contradecís y estás en problemas” dicen a coro. Otero fue desplazado del lugar que tenía al aire, lo dejaron de convocar para temas importantes y le quitaron participación los fines de semana, lo que significaba un recorte de ingresos. Cuando intentó hablar con las autoridades, no tuvo respuesta. Cuando se dio cuenta de que no tenía salida, presentó la denuncia y se quedó sin trabajo.
Aunque la demanda está dirigida al Grupo América, el conflicto comenzó con el ingreso de Laje: “Con la asunción de Laje en la Gerencia de Noticias se produjeron situaciones desagradables de todo tipo. Lo habitual fue observar a productoras llorando, discusiones, insultos y compañeros de trabajo que abandonaban el canal cansados de la situación (Fernando Chirelli, Hernán Fratto, Guillermo Favele, etcétera)”, dice el escrito.
Desde Capital Humano reconocieron la existencia de la denuncia y se respaldaron en que fue rechazada en primera instancia. Para reinsertarse laboralmente Otero tuvo que irse a Bolivia, donde dirige un canal de noticias. En Argentina quedaron su esposa y sus tres hijas. “Cruzarse a Laje le cambió la vida para siempre y para mal”, subraya un allegado.
Sandra Igleka: "Cuando me tuvo que dar una buena noticia me preguntó si 'me cogía' a alguien del canal o a un ministro. Maltrataba siempre".
Siete años. Todas las fuentes mencionaron de forma espontánea a Ximena Xanthopoulos, su productora desde el día uno en la señal, quien prefirió no responder preguntas. Para algunos, ella es su principal blanco de maltratos, para otros, una especie de cómplice. De hecho, por estos días se filtraron audios de Laje a los gritos diciendo: “Esto es una mierda” . Y todos saben que estaban dirigidos a ella. “La de ellos es una relación muy tóxica. Al principio, él no te castigaba directamente sino que le gritaba barbaridades a ella y después Ximena venía y nos gritaba cualquier cosa a nosotros. Con el tiempo, las formas de él se hicieron extensivas a todos”, recuerda un ex panelista de "BDA".
Las coconductoras que lo acompañaron fueron todas desplazadas por él. La primera fue Soledad Larghi. La periodista ya conocía sus modos y por eso rechazó la propuesta la primera vez, pero finalmente aceptó. “Uno de los peores recuerdos que tengo fue cuando Sole se descompensó al aire. Yo estaba en el control, Ximena y Antonio cruzaban mensajes defenestrándola y ella le gritaba por cucharacha ‘Dale, pelotuda, seguí”, recuerda un ex productor.
Un día Laje se enojó porque Soledad lo contradijo al aire y eso fue suficiente para darle salida. La siguiente fue Julieta Navarro. La situación fue similar y el conflicto llegó a ser un tema de conversación entre los directivos. Algunos de los ex compañeros de Julieta la ponen en la categoría de los “exiliados”, ya que el asunto se resolvió con ella aceptando un proyecto que tiene América en Paraguay.
En “Te cuento al mediodía” Laje compartió cámara con Carolina Losada. Una persona que hacía redes recordó: “La puteaba todo el tiempo. Si algo salía mal le gritaba, frente a todos, ‘¡¿Vos sos pelotuda?!”
Además de los “exiliados” están los “reubicados” (profesionales que cuentan que, desde que Laje se los ponía en contra eran enviados a hacer tareas que nada tenían que ver con sus funciones) y los “freezados” (periodistas y productores a los que, ante un mínimo roce, se les quitaban todas las tareas).
“Trabajaba desde hacía mucho en América cuando llegó Laje. Al principio hacía los móviles. Me llamaba a su oficina y me decía: ‘Sos horrible. No sé por qué insistís en seguir en esto’. Yo le preguntaba en qué quería que mejorara y me respondía que no tenía tiempo”, recuerda una periodista. “Te va mellando la autoestima, empezás a pensar que no servís. Me pagué un coach de Telefe, me teñí de rubia, adelgacé 10 kilos, me conseguí una vestuarista. En la última nota que hice con él no le gustó un comentario y me sacó. Empecé a cortar notas de espectáculos siendo que venía de policiales, política”, agrega.
Diego García Sáez fue uno de los que Laje envió a la mesa de los freezados: “Un ejemplo de cómo era trabajar con el: estábamos volviendo de un corte, los dos parados a los costados de la pantalla. Faltaban 40 segundos para salir y le pregunta a Ximena con qué íbamos. Cuando le respondió que conmigo, empezó: ‘¿Para qué mierda lo ponés a Diego? Su trabajo es una mierda’”.
“Yo armaba las placas. Una vez estábamos con el tema barones del conurbano y había uno que no podíamos mencionar, pero a mí se me pasó. Cuando terminó el programa me encerró en una oficina y me empezó a putear: ‘Sos un pelotudo, no servís para esto, volvé al colegio’", contó un productor.
La gran pregunta es quién avaló el comportamiento de Laje durante tantos años. En esta instancia, las versiones de los profesionales se dividen: para algunos, en el canal todavía sobrevive una vieja escuela que normalizaba el maltrato; para otros, hay una estructura cómplice. Liliana Parodi, directora de contenidos, es señalada como la gran aliada del periodista. Salvo Vila, ninguna autoridad del canal habló con NOTICIAS. En los pasillos, más de uno escuchó un consuelo: "En una semana no se habla más del tema".
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