De acuerdo con estudios recientes, el mercado global de servicios veterinarios alcanzará este año los 128.730 millones de dólares y se proyecta que llegará a los 163.520 millones para 2030. Esta tendencia responde a una demanda creciente por parte de los dueños de mascotas, que buscan atención cada vez más especializada: desde planes preventivos y diagnósticos avanzados hasta servicios vinculados a la salud mental de los animales.
Uno de los segmentos con mayor dinamismo es el de las pruebas de diagnóstico por imágenes, que crecen a una tasa anual compuesta del 7,81 %, impulsadas por los avances tecnológicos que permiten diagnósticos más precisos, rápidos y menos invasivos.
Argentina no escapa a esta transformación. Según un relevamiento realizado en 2024, el 75 % de los encuestados considera a su mascota como un miembro más de la familia, al punto de equipararla a un hijo. En la misma línea, se estima que 8 de cada 10 hogares argentinos conviven con al menos un animal de compañía.
Tecnología aplicada al bienestar animal
En este escenario de crecimiento y mayores exigencias, el avance tecnológico juega un papel cada vez más relevante en el ámbito veterinario. Equipos que hasta hace pocos años eran exclusivos del diagnóstico humano han comenzado a formar parte del equipamiento habitual en clínicas, consultorios y espacios de atención móvil, generando un nuevo segmento de mercado para las empresas proveedoras de soluciones médicas.
Alfredo Ludueña, especialista en Imágenes de Centro de Servicios Hospitalarios, expresa al respecto: “Detectamos una demanda creciente por equipamiento tecnológico de alta calidad, especialmente en diagnóstico por imágenes, que permita a los profesionales contar con herramientas confiables, portátiles y precisas”.
Profesionales del sector destacan la creciente demanda por herramientas que combinen precisión, confiabilidad y portabilidad. Esta necesidad ha impulsado el desarrollo de unidades de negocio específicas dedicadas a la oferta de equipamiento adaptado al entorno veterinario, junto con asesoramiento técnico especializado.
En ese sentido, se han consolidado líneas de ecógrafos compactos, livianos y ergonómicos, con conectividad inalámbrica y múltiples modos de imagen, ideales para especialidades como la cardiología veterinaria, atención domiciliaria o campañas sanitarias itinerantes. Algunos modelos incluso permiten operar en entornos de difícil acceso gracias a su autonomía energética y su compatibilidad con plataformas móviles.
Tomás Piqueras, especialista del sector, lo resume: “Cada vez con mayor frecuencia se exigen diagnósticos más precisos, rápidos y menos invasivos no solo en mascotas, sino en todo tipo de animales. La tecnología no es un lujo: es una necesidad clínica que atraviesa desde hogares urbanos hasta establecimientos rurales”. Y agrega: “El sector agropecuario, estratégico para el país, también requiere diagnósticos por imágenes en aspectos clave como la reproducción asistida y el control sanitario en bovinos, equinos y porcinos”.
En definitiva, el crecimiento del mercado veterinario, impulsado por un vínculo humano-animal cada vez más estrecho y la búsqueda de atención de calidad, encuentra en la innovación tecnológica una aliada fundamental. Estos avances no solo mejoran la capacidad diagnóstica y terapéutica, sino que extienden el alcance del cuidado animal, con impacto directo en el bienestar y la salud de distintas especies, en distintos entornos.
por R.N.
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