La serie de Netflix “Dahmer”, sobre la vida y los crímenes del asesino serial Jeffrey Dahmer, viene provocando un verdadero fenómeno fetichista entre los fans del “true crime” y quienes se fascinan por los personajes siniestros: hay personas que apuestan a comprar objetos que pertenecieron al criminal, como fotos, cartas, documentos y hasta sus anteojos, y de cara a este Halloween, se ha disparado la venta del disfraz de Dahmer en Estados Unidos. La fascinación que produce este personaje llevó a que portales como Ebay prohibieran la venta de este disfraz, ya que no quieren ofrecer artículos que “promuevan o enaltezcan la violencia hacia las personas o animales”. En redes sociales varios fanáticos han subido sus fotos disfrazados del asesino, mientras las voces más críticas piden que por favor no sea el de Dahmer el disfraz que se use en la próxima noche de brujas.
Nicole Murray, familiar de una de las víctimas, fue muy crítica respecto a la venta del disfraz: “Vestirse como Ted Bundy o cualquier asesino real no es lo mismo que vestirse de uno ficticio”, declaró Murray, quien calificó de "enfermo" que la gente quiera disfrazarse con el atuendo del asesino. Shirley Hughes, madre de Tony Hughes, a quien Dahmer asesinó en 1991, también fue una de las voces más críticas. “Mientras la gente es capaz de vestirse como Dahmer por diversión, el dolor nunca se va”, declaró en una entrevista al medio TMZ.
Y es que, como con toda serie que toca la vida de un personaje real, y más tratándose de un criminal, su éxito no estuvo exento de polémicas. Incluso antes de la polémica por el uso del disfraz, familiares de las víctimas del criminal, que se cobró la vida de 17 personas entre los años 1978 y 1991, cuestionaron a la serie alegando que romantiza la figura del criminal.
Eric Isbell, primo de Rita Isbell, hermana de una de las víctimas de Dahmer, se indignó por la recreación que la serie hace del alegato de Rita contra Dahmer en uno de los juicios. “No le digo a nadie qué ver, sé que el género true crime es enorme, pero si realmente tienes curiosidad acerca de las víctimas, mi familia (los Isbell) están enfadados con esta serie. Es revivir el trauma una y otra vez, ¿y para qué?, ¿Cuántas películas, series o documentales necesitamos?", escribió Isbell en un tuit.
I’m not telling anyone what to watch, I know true crime media is huge rn, but if you’re actually curious about the victims, my family (the Isbell’s) are pissed about this show. It’s retraumatizing over and over again, and for what? How many movies/shows/documentaries do we need? https://t.co/CRQjXWAvjx
— corbin bleu’s tether (@ericthulhu) September 22, 2022
"Recrear a mi prima teniendo una crisis emocional en el juzgado frente al hombre que torturó y asesinó a su hermano es salvaje. Salvaje", agregó Eric, quien también sumó que las víctimas no fueron avisadas de lo que se iba a hacer en la serie, ya que al ser un caso público la productora no está obligada a notificar ni a pagar a nadie. "Cuando dicen que están haciendo esto 'con respeto a las víctimas' u 'honrando la dignidad de las familias', en realidad nadie los contacta. Mis primos se despiertan cada pocos meses con un montón de llamadas y mensajes, y se enteran que hay otra producción de Dahmer. Es cruel", dijo Isbell en otro tuit.
Y es que no es la primera vez que la historia de “el carnicero de Milwaukee” es llevada a las pantallas: existen 5 películas sobre los crímenes cometidos por Dahmer, que en su mayoría fueron cometidos contra personas afrodescendientes las cuales, debido al racismo propio de la sociedad estadounidense, prácticamente no era reclamadas por la policía.
El equipo de producción se defendió de las críticas, e incluso Evan Peters, el actor encargado en darle vida al criminal, afirmó que para ellos “era importante ser respetuoso con las víctimas, con las familias, e intentar contar la historia de la manera más auténtica". A su vez, el productor de la serie, Ryan Murphy (Creador de éxitos como “Glee” o “American Horror Story”) declaró que el objetivo al volver a contar la historia del asesino en serie de Milwaukee, que confesó haber asesinado y desmembrado a 17 jóvenes, es arrojar luz sobre quiénes eran sus víctimas, y el hecho de que eran principalmente negros y homosexuales: un análisis sobre como los discursos de odio y segregación terminan siendo el vehículo del asesinato. Sin embargo, los críticos de estos consumos culturales abren el debate sobre si el apetito sobre estas historias obedece a la búsqueda de la verdad o simplemente al disfrute morboso.
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