Monday 22 de December, 2025

MUNDO | 11-08-2025 07:35

El hambre en Gaza: cuando la mentira es la verdad

Netanyahu impulsa una campaña afirmando que todo lo que se dice sobre el hambre y las muertes en Gaza es una gigantesca “mentira” orquestada a escala global. La realidad dice lo contrario.

Yonatan Netanyahu dio su vida para salvar a cientos de israelíes secuestrados. Fue el único comando del Sayeret Matkal que abatido en la Operación Entebe, realizada por ese cuerpo de elite para liberar a los 248 israelíes vuelo 139 de Air France, desviado en 1976 al aeropuerto de Kampala.

La operación en la que murió el teniente coronel Netanyahu logró rescatar con vida a casi todos los capturados por fedayines del Frente Popular de Liberación Palestina (FPLP). Medio siglo más tarde, su hermano es el principal responsable de una operación militar que ya le costó la vida a un millar de soldados israelíes y a más de 60.000 civiles palestinos, logrando que regresaran vivos a sus hogares muchos menos israelíes que los rescatados del FPLP y del dictador ugandés Idi Amín.

El mayor de los Netanyahu murió rescatando y venciendo, pero su hermano Benjamín fracasa con su guerra de tierra arrasada que va a cumplir dos años sin haber acabado con Hamás ni rescatado todos los rehenes.

Quien ha logrado su objetivo es la abyecta agrupación yihadista que masacró civiles israelíes con el pogromo del 7 de octubre del 2023,  buscando que Netanyahu haga exactamente lo que hizo: lanzar una guerra de devastación y exterminio que manchara la imagen de Israel e hiciera conocer la bandera palestina en todo el mundo.

Fotogaleria Palestinos reciben sopa de lentejas en un punto de distribución de alimentos en la ciudad de Gaza. La Organización Mundial de la Salud advirtió que la desnutrición estaba alcanzando niveles alarmantes en Gaza

El gobierno de Israel y la FDI son los autores materiales del espantoso crimen del que Hamás es autor intelectual. Para enfrentar la ola de repudios que recorre el orbe, Netanyahu niega lo evidente. Según el primer ministro israelí “no hay hambre en Gaza” y lo que se dice de la hambruna y las masacres de civiles es una gigantesca mentira.

Para el gobierno israelí, al creer esa mentira, lo que hace Londres es “premiar a Hamás”. Pero el gobierno británico, igual que el francés y el canadiense, dice lo contrario y exige imponer un alto el fuego, permitir el ingreso masivo de alimentos y abandonar los planes anexionistas sobre Cisjordania y Gaza. Si no lo hace, Reino Unido adelantará el reconocimiento al Estado palestino.

¿Quién dice la verdad? Todo indica que la descripción británica sobre la situación en Gaza es veraz. Además, es compatible con la que hacen la ONU y muchas organizaciones humanitarias, entre ellas dos de Israel que denuncian por genocidio a Netanyahu.

Fotogaleria Imagen de palestinos cargando sacos de harina después de que la ayuda humanitaria entrara en Gaza a través de un paso fronterizo, en Beit Lahia, en el norte de la Franja de Gaza.

El grueso del mundo considera la versión israelí como una campaña falaz sobre una supuesta “conspiración antisemita” para instalar una descomunal “mentira”. Hasta Trump dijo que en Gaza hay hambruna y la gente está muriendo. Y la fuente de información del jefe de la Casa Blanca es la omnipresente CIA.

Del mismo modo, Reino Unido tomó la decisión de avanzar hacia el reconocimiento del Estado palestino basándose en la información del MI-6, y ese aparato de inteligencia tiene gran penetración en Gaza y Cisjordania desde que Palestina fue un Protectorado Británico.

Londres tiene un derecho histórico a ser escuchado por Israel. Fue un gobierno británico el primero en proponer la existencia de ese Estado. Lo hizo en la Declaración Balfour. En 1917 el jefe de Foreing Office, Arthur Balfour, propuso la creación de un Estado judío en Palestina, un territorio que pronto dejaría de ser parte del Imperio Otomano, derrotado en las trincheras de la Primera Guerra Mundial.

FOTOGALERIA Mujeres de Luto en Gaza

Que Palestina fuese un Protectorado Británico tras la retirada turca reforzó la influencia de Londres en la Asamblea General de la ONU que, en 1947, aprobó la Resolución 181, por la cual nació Israel.

A esta altura de las calamidades padecidas, la mayoría de los gazatíes debería tener en claro que morir de hambre o bajo las bombas israelíes, es precisamente la estrategia de Hamás. Debería estar claro porque, desde que en el 2007 asesinó a los funcionarios y dirigentes de Al Fatah para monopolizar el poder en Gaza, nunca construyó refugios antiaéreos ni alarmas ni pidió a Irán misiles interceptores de misiles. La intemperie de los gazatíes es la estrategia de Hamas. Su guerra no se libra sobre el territorio arrasado ni sobre el territorio israelí, sino en la dimensión de la opinión pública mundial. Allí  estigmatiza a Israel como Estado criminal.

El pogromo del 2023 fue diseñado para lograr exactamente lo que logró: darle a Netanyahu el casus belli que necesitaba para lanzar una guerra de exterminio. Ni las cuatro guerras con países árabes, ni la invasión del Líbano en 1982, ni todos los choques con Hezbollá dañaron tanto la imagen de Israel como esta guerra que desató Hamás.

Gaza

Esa organización no habría obtenido semejante logro sin Netanyahu. Thomas Friedman lleva tiempo describiendo en The New York Times el fracaso de Netanyahu en esta guerra. Ese prestigioso intelectual judío califica al gobierno israelí como “el peor y el más fanático y amoral de la historia de Israel”.

B’tselem y Médicos por los DD.HH. son dos ONG humanitarias de Israel muy consustanciadas con lo que ocurre en Gaza y, con profusión de datos, coincidieron en acusar de “genocidio” al gobierno israelí.

También acusó de “genocidio” a Netanyahu el escritor israelí David Grossman. Entrevistado por un diario italiano, el autor de “Más allá del tiempo” explicó que “es devastador” entender lo que está ocurriendo en Gaza “desde nuestra historia y desde nuestra presunta sensibilidad ante los sufrimientos de la humanidad”.

Fotogaleria Palestinos buscan objetos para rescatar entre los escombros de los edificios destruidos un día antes en los ataques israelíes contra el barrio de Al-Daraj en la ciudad de Gaza

El periodista judío Tony Korn, que se radicó en Estados Unidos y fue durante quince años editor de la revista Time, denuncia la “utilización cínica del holocausto y el antisemitismo” para “la violencia colonialista”. Ciertamente, a Netanyahu y sus aliados ultraderechistas les cabe el rótulo de “rentistas del holocausto” que creó Saramago para llamar a ese cinismo despreciable.

Muchas personalidades judías señalan el daño a Israel y al judaísmo que causa la criminalidad con que Netanyahu responde a los crímenes de Hamás. Pero no sólo él, su gobierno y los jihadistas son culpables de esta catástrofe. También los estados árabes que no han  hecho nada para desarmar y sacar a Hamás de Gaza. En especial las monarquías que no le exigen rendirse para detener el suplicio de los gazatíes, ni ofrecen ejércitos para hacerse cargo del territorio, facilitando de así la retirada de las tropas israelíes, la posibilidad del autogobierno y la marcha hacia la Solución de los Dos Estados.

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Claudio Fantini

Claudio Fantini

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