Friday 26 de April, 2024

LIBROS | 23-12-2021 11:59

Memoria y adrenalina

“¿Cómo fue que todo salió bien?”, de Al Alvarez. Entropía, 413 págs. $ 1.750.

★★★★ Si uno no sabe nada de Al Alvarez la mente, casi siempre perezosa, sospechará que se trata, por ejemplo, de un ensayista estadounidense con raíces latinas. Es, en cambio, un judío londinense cuyo apellido tiene su origen en la España antigua. Su libro más difundido es “El dios salvaje”, sobre el suicidio, para el cual tenía calificaciones propias (había intentado matarse) y la distinción de haber sido amigo tanto de la celebérrima poeta Sylvia Plath (que se suicidó) como de su ex esposo Ted Hughes, uno de los grandes poetas británicos de postguerra.

Este macizo tomo de memorias articula todos sus intereses en una corriente única. Nacido con un defecto en un tobillo, criado por padres complicados, Alvarez reconoce que siempre había pensado en irse de la casa, y que lo que más lo excitaba en sus acciones era el condimento de la adrenalina, lanzarse a desafíos que parecían imposibles.

Así, fue un tozudo deportista, sintió al extremo los límites y las ridículas costumbres del ambiente académico (estudió en Oxford) y el ambiente literario. Tuvo una columna muy influyente en “The Observer”, donde además dirigió una sección de poesía que, unida a un antología varias veces reeditada, produjo cambios definitivos en el ambiente lírico inglés. Alvarez tiene un estilo de conversador inteligente, lleno de humor, ironía y una esencial predisposición al acuerdo (y, si eso no es posible, a la lucha franca). Aquí dibuja retratos memorables de Plath y Hugues, como era de esperarse, y también de W.H. Auden y del polaco Zbigniew Herbert, un poeta con un carácter inadecuando para un país comunista.

También desfilan ámbitos como la BBC, el semanario “The New Yorker” o directamente lo que suele llamarse “el ambiente” de escritores o intelectuales, con una pluma a la vez lúcida y atenta y un inconfundible gusto por la vida, que lo hizo llegar a los 90 años.

El título está sacado de una gran comedia hollywoodense (“Los productores”) donde el desbordante Zero Mostel reconoce: “Conseguí un mal libreto, un mal director, un mal elenco. ¿Cómo fue que todo salió bien?”.

Lo mismo piensa Alvarez de su vida. No siente la menor simpatía por la infancia, pero, a partir de la segunda mitad de su vida, siente que podría repetir las frases de Zero Mostel con el mismo asombro.

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Elvio E. Gandolfo

Elvio E. Gandolfo

Crítico de Libros.

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