Según un estudio publicado en The BMJ, una dieta rica en alimentos ultraprocesados se asocia con un mayor riesgo de contraer diversas patologías muy perjudiciales para la salud, como cáncer, afecciones cardíacas y pulmonares graves, trastornos de salud mental y muerte prematura. Entre los refrigerios, endulzados o salados, señalados por los especialistas están las gaseosas, los fideos y pastas ya preparadas, los productos cárnicos, las pizzas instantáneas, diversas golosinas y las galletitas.
Estos productos se elaboran mediante el ensamblaje de sustancias alimenticias, en su mayoría ingredientes básicos, y aditivos cosméticos, como aromas, colorantes y emulsionantes que fueron diseñados en procesos industriales. Este tipo de alimentos suele tener un alto contenido de azúcar, grasa y sal, y son bajos en vitaminas, proteínas y fibra.
Sin embargo, en muchos países, puede representar hasta el 58% de la ingesta energética diaria total y ha aumentado rápidamente en muchas naciones de ingresos bajos y medianos en las últimas décadas. Estudios anteriores han relacionado los alimentos altamente procesados con la mala salud, pero ninguna revisión exhaustiva había proporcionado aún una evaluación amplia de la evidencia en esta área.
Para cerrar esta brecha, los investigadores llevaron a cabo una verificación general de 45 metaanálisis agrupados distintos de 14 artículos de revisión que asociaban los alimentos ultraprocesados con resultados adversos para la salud. Todos los estudios se publicaron en los últimos tres años e involucraron a casi 10 millones de participantes.
Las estimaciones se obtuvieron a partir de cuestionarios sobre la frecuencia de consumo de alimentos, recordatorios dietéticos dentro de las 24 horas e historial dietético. Los investigadores calificaron los resultados como convincente, altamente sugerente, sugerente, débil o sin evidencia. También evaluaron la calidad de la evidencia como alta, moderada, baja o muy baja.
En general, los resultados muestran que una mayor exposición a alimentos ultraprocesados se asoció consistentemente con un mayor riesgo de contraer 32 resultados adversos para la salud. La evidencia convincente demostró que su mayor ingesta se asociaba con un 50% más de riesgo de muerte relacionada con enfermedades cardiovasculares, entre un 48% y un 53% más de riesgo de ansiedad y trastornos mentales comunes, y un 12% más riesgo de diabetes tipo 2.
“Los alimentos ultraprocesados dañan la salud y acortan la vida”, concluyeron distintos investigadores internacionales en un editorial vinculado al artículo. Por ese motivo, se plantea etiquetas en el frente de los envases, restringir la publicidad y prohibir las ventas en escuelas y hospitales. Una acción similar que ocurre con la venta de cigarrillos en algunos países del mundo y, particularmente, en Argentina. Además, los mismos académicos, apuntan que Naciones Unidas debería desarrollar una convención sobre este tipo de alimentos, similares al del tabaco, y promueva ejemplos de mejores prácticas alimenticias.
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