Friday 6 de December, 2024

MOTORES | 24-06-2017 00:00

Citroen C4 Cactus: Rupturista

Rompe los esquemas con un diseño personal. Motor rendidor y detalles low cost.

A lo largo de su historia Citroën demostró en muchas oportunidades que es una marca que se ha destacado por conceptos y diseños innovadores. Parte de su artillería está puesta en los vehículos que aprovechan de la mejor manera el espacio interior y así ocupa un lugar importante en el segmento de los familiares.

Hoy nos ocupa el C4 Cactus, un crossover que fue la vedette de la firma francesa en el reciente Salón Internacional de Buenos Aires y que llega a nuestro mercado para reforzar el ADN de la marca. No hace demasiado -en 2013- era exhibido como un modelo conceptual y pocos hubiesen imaginado que al año siguiente se transformaría en un auto real.

Hoy llega importado de España y su plataforma se desarrolla sobre la base técnica del modesto C3, pero en un envoltorio llamativo, especialmente para captar la atención de los más jóvenes. Su imagen desenfadada, con soluciones como los Airbumps protectores de los paneles externos de las puertas, carrocería elevada, aumentan el atractivo de un producto realmente diferente a lo que estamos habituados a conducir.

El interior es simple y funcional con algunos detalles como la pantalla touch color de generosas dimensiones y el instrumental digital que no posee tacómetro. La calidad es aceptable ya que combina materiales soft y rígidos con detalles de diseño.

Algunas cosas que podrían mejorar son las ventanillas traseras que en lugar de bajar son basculantes y también la insonorización de los rodamientos, además de tener que tomar recaudos con el voladizo delantero que es bajo.

El comportamiento apunta al confort aunque el eje trasero resulta algo áspero. El motor se luce por su rendimiento y prestaciones ya que se trata de un pequeño tres cilindros 1.2 con turbo.

El precio no es accesible ($ 448.000) ya que por valores similares es posible acceder a modelos más equipados de segmentos superiores como por ejemplo el Toyota Corolla aunque este último no tiene los atributos de diseño y “originalidad” del C4 Cactus.

por Augusto Brugo Marcó*

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