*** ½ A lo mejor, habrá que ir poniéndoles nuevos nombres a ciertas cosas para adaptarlas a la “nueva normalidad”. Porque ni un concierto termina siéndolo desde un living o un estudio casero ni un festival lo es por la mera sucesión de artistas entregando versiones grabadas o en vivo desde una pantalla. Porque la música es un acto gregario, colectivo, que termina de suceder en el público que lo recibe y lo acompaña. Claro que, como ya se ha dicho mucho, se trata de aprovechar lo que hay y disfrutar de lo que se puede, poniéndole el mejor entusiasmo. Eso es justamente lo que pensaron las autoridades de cultura municipales de la ciudad de La Falda que, para no interrumpir la continuidad de su encuentro tanguero anual –en rigor, “el más antiguo del país”– como ya les sucedió alguna vez por problemas económicos o políticos, decidieron seguir adelante de todos modos y entregarlo en versión “online”.
Con más libertades de movimiento que en Buenos Aires, los artistas cordobeses pudieron tocar juntos sobre un escenario, desde donde además pudieron conversar con el presentador Daniel Capdevilla. Antes de los horarios centrales, se transmitieron entrevistas, un documental sobre la historia del encuentro y hasta una “milonga” a la distancia. Lo sustancial quedó reducido esta vez a dos noches que sumaron algo más de dos horas. Como dijimos, los locales Mauricio Martínez –al frente del grupo Contramano Tango 4–, Marisa Santos, Daniel Simmons, Carlos Habiague o la Típica Farabute, tuvieron la libertad de actuar “en el festival” y hacerlo en conjunto con los músicos. Sin embargo, aún para algunos de ellos hubo videos pregrabados, como con el ballet La Juntada, la Orquesta Escuela Municipal de Tango de La Falda y Lucila Juárez, que homenajeó a su padre Rubén. Y en la misma tónica, podemos agregar la entrevista que se grabó en la casa de Osvaldo Piro y que se difundió en varias partes.
Todas las figuras de proyección nacional, en cambio, hicieron más un acto de presencia cariñoso que una muestra artística. Así, vimos pasar en formato caserito a María José Demare, Omar Mollo, Adriana Varela, Esteban Morgado con su hija, la cantante Julia Morgado; Franco Luciani, Ana Fontán –que sorprendió con Juan Esteban Cuacci al piano desde España–, Raúl Lavié o los ganadores del año, Liliana Diéguez y Emanuel Carassou. La frutilla de la torta fue Piro –que vive en La Falda, recordémoslo– sumándose al Contramano Tango 4 para cerrar la transmisión.
Buenas intenciones para un 37º festival que, sin dudas, quedará como una anécdota curiosa. Para analizar lo artístico, habrá que esperar el próximo invierno, cuando todo se normalice y el gran estadio Carlos Gardel vuelva a ser la sede que el encuentro se merece.
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