La flamante decisión de la Oficina Anticorrupción de dejar de ser querellante en dos causas contra Cristina Kirchner, las de las sociedades hoteleras Hotesur y Los Sauces, termina de confirmar algo que ya se estaba evidenciando: que los resortes judiciales del Gobierno no los maneja Alberto Fernández, sino ella.
No es la primera vez que el Presidente se ha visto sorprendido por hechos consumados como el de la OA, cuyo titular, el ex fiscal Félix Crous, responde al cristinismo. Ya hace semanas, explican al lado de Alberto, él se viene enterando de ese tipo de decisiones por la prensa, cuando ya es tarde. Por ejemplo, la vez que Horacio Pietragalla, el secretario de Derechos Humanos, pidió el beneficio de la prisión domiciliaria para dos reos K, Ricardo Jaime y Martín Báez (el hijo de Lázaro), amparado en supuestas razones humanitarias en medio de la pandemia del coronavirus. Como Alberto recién supo de esa medida piantavotos cuando ya estaba tomada, convocó a Pietragalla y le pidió explicaciones. Pero tras el encuentro con el funcionario cristinista (y nieto recuperado, para más datos), el jefe de Estado se llamó a un incómodo silencio.
En el Ministerio de Justicia, donde Alberto puso a una vieja amiga, Marcela Losardo, las jerarquías tampoco se respetan. Debajo de la ministra Losardo está Martín Mena, el ex número dos de los espías kirchneristas que solo obedece a CFK. Hace dos semanas, Mena negoció con los presos del penal de Devoto que pretendían salir en libertad por la crisis viral. Losardo ni siquiera estaba al tanto de lo que hacía su subordinado, quien cumplía órdenes de más arriba. Alberto se diferenció cuando todo salió a la luz: dijo que el Gobierno no tenía ninguna incidencia en la salida de presos y que era un tema de la Justicia.
Puede que sea incorrecto hablar de doble comando entre el Presidente y su vice, pero sí está a la vista que hay una división de tareas, tal vez acordada en forma previa, o quizás impuesta de facto por el poder que conserva CFK. En esa división, él tiene el timón del Gobierno, pero ella maneja con mano de hierro todo lo referente a la Justicia.
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