Después de la jornada solidaria que la primera dama organizó en favor de los afectados por la pandemia, y que fuera transmitida el 5 de abril por los principales canales de televisión, su agenda parece haber entrado en un ritmo más tranquilo. Seguramente, las restricciones que impuso la pandemia fueron determinantes para que la mayor parte de los encuentros de Fabiola Yáñez, según lo muestra su Instagram, fueran virtuales o a dos metros de distancia, en alguna sala de reuniones de la Quinta de Olivos.
Hace unos días se la vio haciendo bricolage virtual para el Hogar Arco Iris. El 2 de mayo grabó un mensaje contra el bullying en un video. El 13, saludó con el codo a una de las enfermeras de la Unidad Médica Presidencial, por el día Internacional de la Enfermería.
Ayer, en cambio, el relato se volvió íntimo, y vestida de entre casa, sin una gota de maquillaje, caminó junto a Fernández frente a la cámara, los dos con campera, como si volvieran de dar un paseo. No parece casualidad que detrás, se viera parte de un cuadro que muestra a Eva Perón recostada en el pecho del General, inspirado en el abrazo en el escenario de la 9 de julio, el día histórico en que Evita renunció a tener un cargo político.
El último post (14 de mayo) celebra un aniversario de la pareja (seis años, la relación empezó en 2014), con la frase: “Feliz aniversario mi amor @alferdezok! Gracias por tantos años compartidos... Siempre juntos”. El color rosa del vestido que tiene puesto Fabiola combina con un gran ramo de flores blancas y rojas, con mensaje adosado (“¿Qué dirá?”, se preguntan los seguidores). Una estética similar a la puesta de sol frente al mar (Casapueblo, en Punta del Este) con que celebró el cumpleaños de Alberto, el 2 de abril, aunque ellos y nosotros estábamos ya encerrados y aislados.
Si Instagram es un reflejo del itinerario público de Fabiola Yáñez, sus tibias acciones por los niños y su relación de pareja parecen ser los únicos dos escenarios en los que se mueve con comodidad o logra encontrar una forma de relato.
¿Cuál será el sentido de esta construcción simbólico marketinera en las redes? ¿Por qué inclinarse por el cliché cuando seguramente hay tantas cosas interesantes para decir?
Por este camino, es difícil que Yáñez logre alguna vez empatizar con las mujeres de carne y hueso, las mismas a las que el Presidente ha dado un lugar especial en la agenda pública, con una presencia en bancas y ministerios inédita hasta ahora.
Comentarios