Evo Morales, quien luchó por los derechos de los indígenas y pregonó mejoras póliticas y sociales, sucumbió a la compulsión de repetir errores de nuestra región: forzar la institucionalidad para intentar perpetuarse en el poder por cuarto mandato consecutivo.
Recordemos que la OEA, a través de una Auditoría electoral, ha manifestado oportunamente que se produjeron graves irregularidades en el recuento de votos, recomendando la repetición de la primera ronda de las elecciones.
La vía de la violencia y la represión ciudadana en ningún caso puede ser una opción para reestablecer el orden público. Dada la crisis institucional se debe ratificar el compromiso con la Cláusula Democrática de la OEA y el Protocolo de Ushuaia del Mercosur, repudiamos los ataques contra el sistema democrático, sufridos por el Estado Plurinacional de Bolivia, las condenables intervenciones policiales y militares en el proceso político, como así también las groseras alteraciones a la voluntad popular que desembocaron en una nueva convocatoria a elecciones presidenciales.
Rechazamos cualquier intento que cuestione las prácticas democráticas y todo tipo de violencia, apoyando las autoridades constitucionales y la alternancia democrática, adelantando nuestro beneplácito con la convocatoria a elecciones libres para definir las autoridades legítimas del Hermano Estado Plurinacional de Bolivia.
Máxima responsabilidad a los líderes que más tiempo han gobernado la región en responsabilidad de velar por los derechos humanos, la democracia y la digninad de las
personas.
*Diputada nacional por el PRO.
por Cornelia Schmidt
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