Thursday 9 de May, 2024

OPINIóN | 18-08-2023 11:51

El detrás de las máscaras

Las recientes PASO no pasaron desapercibidas en los estados emocionales, económicos ni psicosociales.

Somos, entre muchas otras cosas, el producto y resultado de nuestra imagen construida y de los vínculos con nuestros seres más significativos e influyentes, es decir, somos entrando y saliendo de esas relaciones. También somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros y, en base a todo esto, somos lo que expresamos con nuestras caras y con nuestras respuestas emocionales a los distintos estímulos recibidos y a nuestras experiencias interpersonales vividas.

La construcción de una máscara a medida, para un referente que se planta ante la sociedad como líder o como un salvador es un trabajo artesanal muy sofisticado, pero en estas elecciones primarias lo difícil es que esos referentes puedan sostener fuertemente los piolines de sus máscaras durante sesenta días que sin lugar a dudas, quedó a las claras, serán virulentos. No alcanza ante tanto vértigo con fortalecer sus virtudes, es menester minimizar y catalizar sus debilidades.

Para comprender el proceso de articulación de máscaras tanto política como psicosocialmente en la comunicación e instalacion de un individuo entendiéndose como ello relacionado a cualquiera de los tres candidatos podemos percibir como primera cara visible la de una persona irritable o chinchuda (epíteto muy sabiamente usado para describir a una persona enojosa pero sin la expresividad oral correspondiente).

En segundo lugar apreciaríamos una de rabia detrás de la máscara del chinchudo. Luego, en tercer lugar, veríamos un rostro de tristeza, llorando detrás de la máscara furiosa. Y por último un niño desprotegido, desamparado y solo detrás de la máscara de la tristeza.

Los multiterapeutas de la masa social coinciden en que es esencial para curarnos, curar a ese niño herido, desprotegido, abandonado, maltratado, rechazado. Ese no es un atajo. Es un camino correcto que la reviviscencia es recordar con emoción nuestros hechos traumáticos para que dejen de suceder, torturarnos y torturar a los demás en el presente.

Cada máscara posee un significado para cada persona y este puede ser diferente dependiendo de la identidad que se le quiera dar, de ahí su riqueza como instrumento de comunicación no verbal, como instrumento intermediario que facilita la transición entre lo interno y lo externo, al servicio de la proyección y de la introyección de estados emocionales".

Y es allí que las podríamos clasificar por su tipo de comunicación en:
● Emociones básicas: alegría, miedo, ira, etc.
● Aspectos inconscientes de la personalidad: emociones no mentalizadas, por ejemplo, la envidia.
● Conflictos relacionales: entre personas, entre pueblos, entre tribus.
● Representaciones mentales u objetos internos del individuo: identidades que se quieren mostrar o proteger.
El festival de máscaras ya comenzó y en tan solo dos meses se terminará el misterio: habrá una única máscara sentada en el sillón de Rivadavia o bailando de festejo en el balcón de la Casa Rosada o platicando en las cadenas nacionales por cuatro largos años.

por Jorge Guareschi. Psiquíatra y Analista Clínico.

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