Tuesday 10 de December, 2024

OPINIóN | 21-06-2023 06:12

Milei le robó el alma al PRO

Al kirchnerismo le estalló su pata popular al calor de una inflación de triple dígito y al macrismo su columna vertebral de racionalidad empresarial al terminar reponiendo el cepo y yendo con la escupidera al FMI.

El Big Bang de 2001 parió un nuevo tablero. Por un lado, el kirchnerismo abrevó en los retazos de la izquierda peronista representada hasta la implosión de la Alianza por el Frepaso. En simultáneo, también se apoyó en cuadros desahuciados de la izquierda radical alfonsinista.

En el otro andarivel, la ciudad de Buenos Aires fue testigo de la gestación de una nueva fuerza que absorbió retazos del peronismo menemista, al mismo tiempo que el ucedeísmo a la deriva tras la implosión de la convertibilidad y el ocaso de su inédita alianza con el peronismo.

En ese campo orégano, Macri construyó el PRO, con el agregado de un contenido que demostraría gran vigencia en la final electoral de 2015: la importación de celebrities a la política con el fin de oxigenar las viejas estructuras oxidadas.

Años más tarde, ambas fuerzas mutarían. En particular, la crisis federal de 2008 parió dos grandes coaliciones, una de corte popular que acentuaría hasta la caricatura el mito de la “juventud maravillosa” de los 70 y, en el andarivel contrario, otra que a su ADN modernizador le agregaría también hasta la parodia un módulo de republicanismo no soñado ni por el propio ex presidente Arturo Illia.

Definido en fórmulas, así como el kirchnerismo era una amalgama entre Fernando Espinoza y Hebe de Bonafini, el macrismo expresaba una síntesis entre Nicky Caputo y Lilita Carrió. En ese terreno crujen hoy las dos coaliciones. Al kirchnerismo le estalló su pata popular al calor de una inflación de triple dígito y al macrismo su columna vertebral de racionalidad empresarial al terminar reponiendo el cepo y yendo con la escupidera al FMI.

En lo que toca al PRO, ¿cómo procesar su estado de zombificación inducido por Milei? Si dobla para la derecha en su variante Bullrich, sus candidatos chocan con el ruidoso outsider, si dobla para el republicanismo y la moderación en su opción Rodríguez Larreta, a su menú electoral hay que etiquetarlo con una advertencia de “alto contenido de radicales lista 3” y riesgo de helicóptero por cierto.

 

*Daniel Montoya es consultor y politólogo.

 

 

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