Locutor y periodista deportivo, el “Chino”, como todos lo llaman, ya era una marca registrada en La 100 cuando lo convocaron de Telefe. Y se animó al cambio. Estuvo al frente de “Escape perfecto”, “Boom”, “En qué mano está”, “Familias frente a frente” y este año se sumó a “Morfi, todos a la mesa”.
Se define como un profesional exigente. Le gusta llegar al canal una hora y media antes del programa, siempre con mate en mano, y repasar la rutina y el historial de los invitados, para que nada lo sorprenda. A la tarde duerme la siesta, entrena con su profesor y se ocupa de su hija Delfina, de 9 años. Está aprendiendo a vivir solo luego de separarse de la también locutora, Karin Rodríguez, luego de 14 años en pareja.
Noticias: Cuando estaba en la radio, ¿soñaba con incursionar en la televisión?
Chino Leunis: Era una inquietud hacer tele. Había hecho algo en MuchMusic y TyC Sports. Pensaba que no había llegado el momento de la TV de aire para mí. Podía vivir bien con mi laburo y tenía situaciones que me hacían sentir en tensión: quería dar un paso más y probarme porque sabía que podía hacerlo bien. Este trabajo es mi vocación pero también tiene una cuota de servicio y de habilidad emocional. Aprendés a manejar los propios vaivenes emocionales, a generar esa energía linda en forma orgánica y no impuesta. Me gusta estar en mi mejor versión y no me permito tener un mal día al hacer mi trabajo. Tengo 38 y siento que recién a los 40 y pico un conductor llega a un nivel de madurez más interesante. Me gusta superarme, desafiar mis límites y crecer. Estoy muy conectado con lo que siento y vivo, aunque hay que meterle el cuerpo a las cosas sin mentalizar tanto. Todo el tiempo analizo lo que me pasa. Me sumé a “Morfi...” y nos acomodamos un poco, como en cualquier fusión de partes que se unen. Antes de arrancar, vine varios días con mi mate a conocer al grupo y ver el clima. Quería saber cómo trabajaban y se preparaban, desde el control y desde el piso. Me gusta ver todo desde diferentes puntos de vista.
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Noticias: Se supone que debería haber engordado en “Morfi...” pero adelgazó.
Leunis: Bajé seis kilos pero no por hacer dieta sino porque el entrenamiento me cambió el cuerpo. Siempre entrené pero no le prestaba atención a la alimentación. Ahora estoy más ordenado y como en función de lo que necesito: proteínas, frutas, verduras, cereales. Todas las mañanas me como un sandwich de pan árabe con jamón, queso, huevos y 15 castañas de cajú.
Noticias: ¿Aprendió a cocinar en “Morfi”?
Leunis: Me defiendo pero no tengo imaginación y no sé improvisar: necesito todos los ingredientes de una receta. A la noche me hago la cena y tengo algo en el freezer siempre. Y le cocino a mi hija Delfina, que está conmigo dos días a la semana y un fin de semana de por medio. Voy a buscarla a la escuela, se queda a dormir, me organizo.
Noticias: ¿Cómo es la relación con su hija? ¿Cambió desde su separación?
Leunis: Hacemos colecho a full. Me encanta compartir con ella. Me gusta la complicidad, hacer la tarea juntos, ver cómo crece. De alguna manera te acomodás y tratás de ser lo más auténtico posible porque con la separación aparece la culpa, no querés que tu hija la pase mal y necesitás estar presente. Delfi tiene 9 y es histriónica, creativa, edita videos, tiene su celular y redes sociales y la controlo porque tenemos el mismo usuario. Considero que los hijos son maestros y me intriga lo puro y lo propio de ella.
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Noticias: ¿Cómo vive su separación? ¿Ya pasó el duelo? Dicen que hay un nuevo amor.
Leunis: Nos separamos en septiembre del año pasado. Es duro, sobre todo al principio. Pero no hubo portazos. Nuestra relación está centrada en hacernos la vida más fácil. Me casé con el proyecto de que sea para siempre y fue un golpe que se terminara. Esto es un aprendizaje enorme, tal vez el más valioso de mi vida. Separándome desafié uno de los miedos más grandes de mi vida: que mi matrimonio no funcionara. Lo más importante del miedo es que cuando pasan las cosas, no está. Es cierto que estoy conociendo a alguien. No es del medio y ahí termino con mi oferta de información (ella se llama Macarena, tiene 39 años y cuatro hijos).
Noticias: ¿A qué apeló para superar ese miedo y aceptar la separación?
Leunis: Soy coach ontológico. Desde los 18 años me interesa el autoconocimiento, investigo, leo. Me interesan las relaciones intrapersonales, cómo me relaciono con mi equipo. Se le da poca bolilla a las relaciones humanas y son fundamentales. Tengo actividades que tienen que ver con el liderazgo, el coaching. El año pasado viajé a Barcelona con mi socio Marcelo Martín y visitamos a Messi y charlamos un rato.
Noticias: ¿Cómo fue el encuentro?
Leunis: Me contacté por una amiga que tenemos en común. Hablé con su hermano Rodrigo y a través suyo nos vimos, después de un partido del Barcelona con el Valencia. También fuimos a verlo cuando jugó con el Real Madrid. Desde el punto de vista ontólogico fue una linda experiencia conocer a un tipo desde lo más intrínseco y entender lo difícil que es manejarse con una exposición tan grande. Estamos rompiendo paradigmas y creando nuevos. Es un momento histórico, donde las cosas que no son como deben ser se están empezando a caer. Hay que abrir bien los ojos y aprender. Desafío a mis padres en algunas creencias y sé que en unos años mi hija me va a desafiar. Lo que quisiera es darle una gran cantidad y variedad de recursos para que decida sola. Porque uno de los grandes defectos es confundir el amor con la sobreprotección; queriendo ayudar, no dejamos que el otro genere sus anti cuerpos emocionales para avanzar y crecer. Es uno de los desafíos más complicados de un padre.
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Noticias: ¿Cómo fue volver a la vida de soltero?
Leunis: Fue tranquilo. Estuve 14 años con Karin. Nunca me gustó ir a bailar y ahora tampoco. No soy de usar redes sociales para conocer gente. Si me mandan un mensaje de ese estilo, no respondo porque no sé quién está del otro lado. Salgo con amigos a cenar, a la casa de alguien. No voy a encontrar a la mujer de mi vida en un boliche... (Piensa) No quiero ser esclavo de mis palabras, pero no disfruto eso. A esta edad quiero vivir otras cosas y confío en que la vida me sorprenderá.
Por Liliana Podestá
@lilipodesta
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