Tuesday 17 de September, 2024

PERSONAJES | 03-08-2024 16:07

Gala Díaz Langou: “Los problemas no se resuelven a los gritos”

Entró en CIPPEC como asistente y, casi 20 años después, es su directora ejecutiva. La búsqueda de impactos reales.

Entró al Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) cuando todavía estaba haciendo su tesis de grado. De eso, ya pasaron 18 años. Gala Díaz Langou pasó de ser asistente a directora ejecutiva de este relevante think tank de políticas públicas de la Argentina. Confiesa que aquella joven que ingresó a la institución con 22 años recién cumplidos tenía la ambición de cambiar el mundo. Esa idea había sido constante en su vida pero tomó distintas formas: en su infancia y adolescencia, estaba segura de que sería médica. La elección vocacional tenía que ver con su abuela paterna. Ella había sido la primera médica de Salta, una pionera que había trabajado con Bernardo Houssay. Y así como esa abuela fue su inspiración (Gala se imaginaba en Médicos Sin Fronteras), fue quien la convenció de torcer el rumbo: le dijo que Medicina era una carrera demasiado sacrificada y, sobre todo, de impacto uno a uno; y ella creía que el destino de su nieta era generar impactos a escala. En paralelo que se desvanecía la idea de vestir un ambo blanco,  fue forjando una mirada más internacional: en la escuela secundaria había participado del Modelo de Naciones Unidas y, a los 16, había vivido un año en Francia. Terminó eligiendo la licenciatura en Estudios Internacionales. En eso estaba cuando entró a CIPPEC.

Noticias: Decía que a los 22 quería transformarlo todo. ¿Qué le pasó en el recorrido, transitando lo real?

Gala Díaz Langou: (suspira) Primero mucha frustración, porque me tuve que dar contra la pared cien veces, pero fue frustración con aprendizaje. Lo que me brindó CIPPEC fue un canal para poder incidir en decisiones a partir de la investigación. Investigaciones que lideré lograron cambiar la forma en la que entendemos algunos problemas. Por ejemplo, el tema de los jóvenes que no estudian ni trabajan, que normalmente son considerados NiNi. Pudimos demostrar algo que afectó la forma en la que se aborda el problema de la política pública: que más de tres cuartos de los NiNi son en realidad chicas que hacen tareas de cuidado. Después otros impactos mucho más concretos, como el embarazo adolescente en Argentina, un problemón porque es el canal más concreto de reproducción de la pobreza. En los últimos cinco años cayó a la mitad el embarazo adolescente y eso fue gracias a una intervención, que es el Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (Enia), que impulsamos junto con CEDES. Logró articular la oferta de anticonceptivos con el lugar donde estaban los chicos: hasta ahí, los anticonceptivos se distribuían en los hospitales y los pibes no van a esos lugares porque son población bastante sana por definición. Entonces lo que hicimos fue ir a los barrios, a las escuelas; y con la introducción de los anticonceptivos de larga duración, los parches hormonales, bajamos el embarazo a la mitad. Lograr esos cambios, alimenta a mi yo de 22 años. 

Noticias: El programa Enia es una de las cosas que el gobierno actual discontinuo y desfinanció, ¿cierto?

Díaz Langou: Más o menos. El plan Enia tiene varios componentes. Lo principal que financiaba el gobierno nacional es la compra de los anticonceptivos de larga duración, los implantes y los DIU. El Estado nacional los sigue comprando en las mismas condiciones. Pero había 600 contratos de personas que distribuían estos métodos anticonceptivos en los barrios y en las escuelas y se discontinuaron. Se les pidió a las provincias que se ocupen de esa distribución, ahora queda a cargo de las provincias, que igualmente son las dueñas también del sistema de salud y del sistema de educación. Tiene un poquito de sentido que sean quienes hagan esta articulación.

Noticias: ¿Qué es lo que hoy le preocupa de la Argentina?

Díaz Langou: Lo que más me preocupa es la creciente violencia con la que nos relacionamos. Creo que hay cosas que tenemos que cuidar para poder tener una calidad de vida mejor. Necesitamos resolver los problemas y los problemas que tenemos no se resuelven a los gritos. Estoy convencida de que se resuelven conversando, dialogando, porque a los gritos podés lograr cosas, pero no duran y cuando cambia un poquito el equilibrio de poder o eventualmente cuando venga otro gobierno, van a ser deshechas. Entonces a los gritos, lo que generamos es un capítulo más en esta historia argentina del péndulo. Si queremos ir a los temas centrales, necesitamos diálogo y un diálogo constructivo. Lo más interesante es que tenemos todo para tener ese diálogo constructivo. Hay un consenso enorme hoy en la Argentina, que hace dos años no existía, que es que tenemos que equilibrar la macroeconomía para poder ser un país desarrollado. La sociedad está dispuesta a atravesar un momento más difícil, si eso implica salir adelante. Y podríamos desaprovechar esa oportunidad magnífica de consenso y de disposición si no dialogamos sobre el cómo y llegamos a esos acuerdos que después puedan durar en el tiempo. Esta violencia que está creciendo en el discurso político permea toda la sociedad. Creo que hay una responsabilidad muy concreta del liderazgo de bajar esos decibeles, aprovechar a resolver las cosas y tener las discusiones de fondo que necesitamos tener. 

Noticias: El presidente Milei dijo que es un topo que viene a destruir el Estado desde adentro. Un actor tan importante como CIPPEC, que trabaja por ese diálogo y búsqueda de consensos en la mejora de políticas públicas, ¿cómo se para a partir de declaraciones de ese tipo? ¿Tienen diálogo directo con el presidente?

Díaz Langou: Desde CIPPEC no tenemos diálogo directo con el presidente; sí, con (otros actores) el gobierno nacional. Y es importante resaltar que hay coincidencias. Porque coincidimos en el diagnóstico: el Estado puede ser mucho más efectivo de lo que es. Lo que no coincidimos es en la conclusión de ese diagnóstico, de que entonces tenemos que eliminarlo. CIPPEC trabaja para mejorar el Estado, para que su fuerza sea genuina y pueda resolver los problemas porque creemos que su accionar a través de las políticas públicas es un mecanismo que puede mejorar la vida de las personas. Eso implica, que necesitamos un Estado mucho más inteligente, mucho más ágil y mucho más capaz del que tenemos y se puede trabajar para que eso sea así. Si eliminamos el Estado, no sólo no vamos a resolver los problemas que ya tenemos sino que van a surgir otros, como el avance del crimen organizado.

Noticias: Además de con la ministra Pettovello, ¿con qué otros funcionarios conversan?

Díaz Langou: Hablamos también con el ministro Francos, con el ministro Cúneo Libarona; desde CIPPEC hablamos con todos los gobiernos y creemos que es posible contribuir a que todos los gobiernos tengan mejores políticas públicas y por eso tenemos acciones en las 24 provincias. 

Noticias: ¿Siente que efectivamente hay una vocación de diálogo en esos actores o esto que baja desde el liderazgo se filtra también hacia otros estamentos?

Díaz Langou: Creo que hay mucha mayor vocación de generar esos consensos por parte de la segunda línea para abajo y que es posible llegar a esos procesos. De hecho, si nos convocan a nosotros, como lo hacen, es para eso, para que los ayudemos a encontrar este marco que permita que esas políticas que ellos están impulsando se conviertan realmente en políticas de Estado. 

Noticias: Antes decía que se podría desaprovechar una oportunidad respecto del diálogo, ¿cómo se imagina que va a estar Argentina dentro de un par de años?

Díaz Langou: Tengo la esperanza de que esto realmente pueda ser un punto de inflexión para bien, que pueda resolver nuestros problemas medulares y llevar a Argentina a un lugar distinto. Creo que hoy esta esperanza que tengo y que la comparte muchísima gente no está asegurada, lo que suceda en los próximos meses va a ser un poco definitorio. 

Noticias: Es feminista. ¿Siente que hay un retroceso en los temas de género?

Díaz Langou: Es un momento particular, se terminó de disolver lo que fue el Ministerio de la Mujer. Claramente, hay un retroceso y más que un retroceso, quizás es una visibilidad de sectores que antes no hablaban por miedo a decir cosas políticamente incorrectas, en un contexto donde creo que el feminismo fue, fuimos, demasiado apabullante. No permitió tener una conversación de fondo con personas que pensaban distinto. Entonces esto que hoy le estoy criticando a la dirigencia, de no dialogar, de querer decir a los gritos, creo que lo hicimos desde el feminismo en el pasado.

Noticias: ¿En ese momento veía eso y lo decía hacia el interior del movimiento?

Díaz Langou: No, no lo vi y de hecho formaba parte del movimiento de “no hay que hablar con estos que dicen que la ideología de género es tal cosa”, “Para qué hablar con estos”. Creo que eso fue un error, un error absoluto, y creo que tenemos que hacer autocrítica. No logramos tejer ese consenso o que ese consenso permeara el tejido social de una manera no sectaria. Creo que lo que estamos atravesando ahora es producto de ese error.

También te puede interesar

Galería de imágenes

En esta Nota

Valeria García Testa

Valeria García Testa

Periodista.

Comentarios